"¿Quién
soy?"
La eterna pregunta sólo tiene una acertada respuesta.
No busco en documentos ni en historiales genéticos.
En
realidad, soy lo que es Dios mismo y nada menos.
Quedo
en silencio y atiendo en confiada paciencia como Él se desvela en la
medida que callo la algarabía de temores y ansiosos deseos.
Y me acostumbro a
la luz.
Todo el Bien que voy percibiendo ese es mi Ser.
Y lo soy desde siempre.
También ayer cuando creía sufrir o ser tan poco.
Y cuando así me descubro en plenitud inabarcable, siento el abrazo del auténtico universo, al tiempo que me fundo con él en amorosa unidad
indestructible.
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