Cuando se es
amor no se necesita ser amado.
Y eso somos.
Al saberlo se comprende la gramática espiritual.
Que la voz pasiva
del verbo amar es consecuencia de su voz activa.
Amar es lo primero.
Es el verdadero Principio.
Y sólo el que
no es consciente de su sustancia plena de Amor necesita sentir lo que sin embargo es.
El equivocado
o dormido, piensa que ese abrazo vendrá del inexistente fuera.
Y espera inútilmente
atento al vacío que no es.
Cuando en
realidad todo está dentro.
En el Uno que
somos desde siempre.