Desde la división no puedo sentir o experimentar la Verdad.
Ni a Dios ni aquel que soy.
Y puedo estar muy en división sin reparar en ello.
Separado respecto a familiares, vecinos,
conocidos, partidos políticos, iglesias, la propia comunidad…
Esa actitud expresada en oposición, rencor, rupturas
…es la que impide sentir la auténtica realidad.
Y convierte la experiencia del único “Yo soy” en la experiencia
de un ego pequeño o personal.
¿Cómo salir de esa celda de oscuridad?
¿Cómo dejar de estar en la nada?
Viendo todo desde la Mente.
Y ahora mismo.
Desde el Ser.
Que sólo Se conoce en la indestructible unidad con
su idea o “manifestación infinita”.
Y aceptando firme y para siempre todo lo que contempla la Mente.
Y así, desde el radical reconocimiento de la Unidad indisoluble
e infinita podré hacer algo más.
Negar con convicción, y
con práctica consecuencia, todo lo que no es.
Y nunca fue ni será.
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