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sábado, 26 de mayo de 2018

HAY QUE LEVAR EL ANCLA

El ámbito del sueño nunca es la eternidad.
Sino el tiempo.
En él aparece la sucesión de todo lo limitado.
Con su carga de engañoso placer o dolorosa desarmonía.
En el tiempo es donde se espera.
En la eternidad todo es ahora. 
El Bien ya está. Permanece sin cambio. Pleno y perfecto.
Por eso, me inspira inmensa paz la interpretación que de "Venga tu reino" nos comparte  Mary Baker Eddy:
"Tu reino ha venido. Tú estás siempre presente" (CyS 16:34-35).
La Salud, la Provisión, la Concordia, la Armonía, la Paz... no hay que esperarlas.
Ya son y se manifiestan cuando se es consciente de que Él está siempre llenando todo.
Mantenernos en la expectativa del Bien retrasa el disfrute del gozo.
Porque nos fija en el sueño, mediante el ancla del tiempo. 
Despertar es saber sin dudas, que nada hay que esperar. 
Porque Todo es ya.

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