Han sido fechas de mucho pedir. Cartas
y cartas a los "reyes magos", a Santa Claus... Han pedido los peques
y los grandes, porque casi todos creen necesitar.
Durante la Navidad y fechas previas,
los niños, ilusionados y ansiosos, reclaman lo que poco después de Epifanía
arrinconarán por innecesario. Y lo mismo les sucede a los mayores. Sienten que
sus expectativas continúan sin llenar.
Creemos necesitar personas,
cualidades, condiciones, objetos. Nos sentimos faltos de mucho.
Pero sólo se está necesitado de algo
que exista en nuestro verdadero medio.
Un pez no precisa para vivir el aire
puro de las montañas. Es en el mar, en el río o en el lago, donde hallan
el oxígeno imprescindible para su respiración branquial. Aunque no vean el
líquido elemento siempre disponen de él, porque en él están, viven y se mueven.
Si la truchita o el bacalao ansiaran
el aire que nosotros respiramos, nunca quedarían satisfechos, aunque lo
consiguieran.
Por eso importa el saber donde está
cada cual. Si pensamos que en la materia, ambicionaremos cosas materiales. Y
nunca nos sentiremos saciados.
Si despertando descubrimos nuestro
verdadero ser, nuestros deseos cambiarán. Porque siendo espirituales sólo
tenemos necesidad del Espíritu, de Dios. Es decir, de Quien nunca tenemos
falta.
Esa divina demanda se me puede
presentar como necesidad de dinero, pareja, salud, paz, libertad, seguridad,
trabajo, vivienda... o capacidades para aprender o actuar de alguna forma
específica. Y será muy sanador caer en la cuenta que estoy, vivo y me muevo en
Dios (1), aunque no lo vea como tampoco el pez percibe el agua en que se sostiene.
Entonces, cuando soy consciente de Su presencia y contacto con Ella, Dios se me
aparece como Aquello que satisface todas mis presuntas carencias, en forma de
compañía, provisión, casa...
Porque el Amor
divino siempre ha acudido a toda necesidad (2). Nuestro Padre sabe lo que
precisamos. Por eso al encontrarle a Él, después de buscar su reino o gobierno,
todo lo demás lo tendremos dado como añadidura (3).
1 Hechos de los Apóstoles 17:28.
2 Ciencia y Salud 494:12 "El Amor divino siempre ha
respondido y siempre responderá a toda necesidad humana".
2 véase Lucas 12,30 y 31.