La conciencia de ser amado.
Aceptar, acoger esa realidad, la única.
¿Dedico tiempo a saborear esto? Porque el Amor es mi esencia.
Y en la medida que reconozca Amor en todo, más hombre o imagen de Dios seré.
Ignacio de Loyola descifrando el mensaje de las humildes florecillas de su jardín romano les contestaba: "Callad, que ya sé que de Amor me habláis".
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