Esa fue la reacción inmediata de la Sra. Eddy al quedar sobrecogida ante el cuadro agónico de alguien que había solicitado su ayuda.
Y acto seguido, se centró en la universal Presencia del Espíritu.
Y sumergirse en esa única Realidad, despertó a la paciente.
Recordar eso no sólo me alerta para cerrar los ojos a la materia y a cualquier creación de la mente mortal.
También y sobre todo, a ser cuidadoso en descansar mi mirada y consideración nada más que en el Espíritu y sus perfectas y armoniosas creaciones.
Sólo así se acaba con la noche y sus inquietantes fantasías.
sábado, 7 de julio de 2018
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