PARA COMENZAR EL DÍA

¿Donde estoy? En la Armonía infinita.  
En Nuestro Padre-Madre todo armonía me muevo y moveré, vivo y tengo mi ser.
¿Quién soy? El hij@ muy amad@, la alegría de Dios. 
Y por tanto soy Amor y Alegría.
Nada temo, ni me preocupa, porque el Amor es Todo-en-todo lo que es y me encuentre durante este día y siempre.
Y ¿qué es lo que debo hacer durante esta oportunidad? 
Descubrir lo que Dios ha hecho, comprender la Ciencia de la Mente.
Y ese descubrir o limpiar o restaurar, al igual que en ese comprender la Mente hace todo y sólo tengo que aceptar lo que ella ve y sabe.
Sólo Dios es lo que me puedo encontrar.
Toda situación cotidiana o nueva es para descubrir a Dios y a quien realmente soy.
Sin edad, porque soy desde la eternidad.
Sin cansancio, porque viviendo en el séptimo día de y con Dios sólo hay descanso en actividad.
Sin pecado, enfermedad y limitación, porque a quien reflejo es Amor, Perfección y Plenitud.
Todo lo puedo en Quien me da la fuerza, la Vida, la inteligencia...
Y cuando me toca la tristeza, la preocupación, la baja autoestima, la impotencia, el creer que no sabré esta o aquella situación o cualquier otra ilusión de enfermedad o pecado tiente, descubro que se coló el okupa o "yo personal" con sus neuras, y que yo no soy.
Y cualquier noticia que atente la armonía y paz infinita, inmutable y eterna, la etiqueto de irreal, me aferro a Dios y su idea, y sólo desde esa situación de poder absoluto me afianzo en la luz y disuelvo después las mentira.
Nadie viene a mí que no sea enviado por el Padre-Madre. Es Él mismo bajo una apariencia. Y todos vienen a mí para ser identificados como en realidad son. Eso es sanar.