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viernes, 30 de junio de 2017

SIEMPRE ES FIESTA

Experimentar la felicidad no es complicado.
No hace falta mucho ruido ni explosión de colores.
Es un volverse sereno y confiado a la realidad  acerca de todo. sin excluir lo más pequeño.
Es ser consciente de lo que en verdad está ocurriendo ahora, aquí, siempre y en el Todo. 
Porque la fiesta no es cosa de un día.
Aunque la miopía de los sentidos registren fantasías inexistentes que nunca fueron ni serán.
La felicidad no hay que inventarla. 
Sólo aceptarla.

APRECIANDO LA MEJORÍA


El problema ya es error.
La solución siempre es la Verdad.
Las discordias, los dolores, las enfermedades, las limitaciones, las carencias... el mal en definitiva, sólo se dan en el campo de la materia. Sólo se aprecian en ese escenario virtual de un supuesto pensar separado y distinto de la única Mente.
Y cuando reconocemos que lo que parece agredir nuestra armonía, es algo irreal, entonces pisamos el camino correcto. Pero hay que continuar sin desvíos.
No obstante, con frecuencia enlentecemos el proceso de regresar a la luz y disfrutar del bien.
Decimos "Estoy haciendo lo correcto y sin embargo no aprecio mejoría".
De hecho, ¿qué es lo que estamos haciendo?
Retornar una vez más al territorio de los "espectros". Hemos vuelto a mirar la ilusión tentadora. Como la mujer de Lot que desobedece al mandato salvador, miramos hacia atrás en lugar de fijar nuestros ojos sólo al Bien y ser así sanos. (Ver Isaías 45:22)
No es una herida en el cuerpo lo que se ha de cicatrizar, o una masa tumoral la que ha de desaparecer. Sólo es un pensar lo que hay que cambiar. Es una mentalidad la que hay que espiritualizar o mejorar.
Investigamos donde no está la información.
Es como si quisiéramos corregir una proyección, manipulando lo aparecido en la pantalla. Nuestra intención fue exponer ante nuestros amigos una imagen tropical captada en un viaje de vacaciones. Y lo que aparece ante los ojos de todos es un árido desierto. ¿Qué ha ocurrido? ¿Qué podemos hacer? Nada se puede cambiar en el blanco de la pantalla. Ni siquiera podemos colorear con un poco de verde brillante y húmedo el paisaje que hiere de sequedad nuestra vista. Todo esfuerzo es vano.
¿Cuál es la única solución? La más fácil. Y comienza cuando comprendemos qué en la pantalla no están las posibilidades, la vida, la inteligencia, el ser de nada. Entonces descubrimos que lo único que se precisa es cambiar la diapositiva de nuestro proyector.
Y, ¡oh maravilla!, la explosión de colores de nuestro paisaje tropical está intacto, nunca fue dañado. Ni por un segundo fue un desierto.
¿Dónde ver la mejoría?
Jamás en la pantalla de la existencia. En ella sólo hay sitio para la ineficacia. Lo que se consiga en absoluto es fiable. La vida, la verdad, la sustancia y la inteligencia están en otra parte. (Ver Ciencia y Salud 468:10-11)
Cualquiera sea el caso, mejora en la medida que nuestros pensamientos van cambiando.

¿Reconozco con mayor convicción que "no hay otro poder delante de Mí?" (Ver Éxodo 20:3) Entonces el desierto que aparecía vacío de vida, se convierte en un hervidero de infinita, colorida y alegre vitalidad.

jueves, 29 de junio de 2017

¿DEMASIADOS LOCOS?

Cubierta la cabeza con un bicornio de papel y con la mano guardada en el pecho.
Esa es la imagen más plástica y difundida del loco.
Por lo que popularmente se le conoce como aquel que se cree otro distinto de quien es.
Y las alucinaciones o visiones deformadas de la realidad son entre otras muchas, las manifestaciones que se le atribuyen al que ha perdido la razón.
Eso me explica que estemos tan inmersos en hipnosis personales y colectivas los que no conseguimos identificarnos como las imágenes de Dios y sí lo hacemos como "yoes" separados y con muchas limitaciones que superar.
Recobremos la cordura (de cor, cordis =corazón = el órgano del pensamiento para los pensamientos).
Guiémonos sólo con el pensar que nos es propio, el de Dios.

NADA ES INSIGNIFICANTE


Ni poco, ni escaso...
Todo es mucho, abundante y dotado de pleno significado.
Todo lo que vemos es signo, señal, de lo infinito.
Nunca podemos declararnos indigentes, faltos del bien necesario.
Porque siempre tenemos un algo que, independiente de su medida, manifiesta el ámbito perfecto de las ideas.
Poco importa el tamaño de la llave, si abre la puerta.
Lo que perciben los sentidos es puente para la Casa del Padre donde nunca hay carencia.
Por eso nunca menospreciemos lo que vemos. Nada es insignificante.
Como nos lo enseña el relato de Eliseo y la viuda. A diario me nutre de inspiración.
¡Cuánto vacío puede rellenar una botella de aceite!
Cuando las sugestiones de ruina económica, física o de cualquier clase amenazan, el Glosario de Mary Baker Eddy aporta liberación.
Ella traduce:
Aceite: consagración, caridad, dulzura, oración, inspiración celestial.
(Ciencia y Salud 592:25)
Con todo esto se pueden colmar todos los vacíos. No sólo el nuestro sino el de todos nuestros vecinos.
El metafísico, el que obedece la profecía, sabe que esas son las armas para disolver todas las dolorosas apariencias de mal.
¡Qué poder el de la dulzura!
¡Qué poderosas palancas son la oración y la inspiración divina!
¡Qué seguro triunfo el del amor!
Vivir entregado a ello, es decir, consagrado, es la llave del éxito cierto.
Nada más necesitamos. Aunque nuestro "aceite" nos parezca escaso para tanto problema.
Si descubrimos que lo visible -grande o pequeño- sólo es signo del infinito invisible, lo daremos sin miedo a perder. Porque comprendemos que en nuestra botellita de aceite (de nuestra oración amorosa e inspirada) siempre habrá para colmar toda necesidad propia y ajena.

miércoles, 28 de junio de 2017

AGUA PARA APAGAR FUEGOS

Este tiempo amenaza con calcinar la península ibérica. Los incendios son noticias diarias. 
Y en mi caso se convierten en invitación para orar.
La silenciosa escucha de esta mañana me ha traído mucha inspiración.
Para apagar un fuego no basta con una brigada de bomberos.
El agua es lo más necesario.
Y a más agresividad de las llamas, mayor persistencia en inundar el terreno.
En esos casos nadie hace algo con lamentaciones o valor temerario si no dispone de agua en cantidad.
Y esto me traslada a las peticiones de ayudas cada vez más numerosas e insistentes para tratar graves apariencias de mal.
Enfrentarme a pecho descubierto sin más, aunque sea a la más pequeña infección de verano, es estéril iniciativa.
Ciencia y Salud nos recuerda cómo apagar esas otras amenazas, vertiendo en la mente mortal "la verdad mediante inundaciones de Amor". La armonía "no se logra sobre ninguna otra base" (201:17-20)
Sin el conocimiento de lo que es Real nada se puede hacer. Es correr hacia la propia derrota. Es loco suicidio. 
¿Cómo puedo adquirir esa absoluta convicción respecto a la Verdad?
Con el radical compromiso de mantener solo la totalidad del Bien todopoderoso como única Verdad. 
Permitir el acompañamiento de otras ideas, por muy "inocentes" que parezcan, es como acceder a la zona de incendios con cisternas ayunas de agua. 

PARA CALMAR TEMPESTADES (Enfrentando "el magnetismo animal")


Secuestros, asesinatos, actos terroristas, genocidios, hambrunas, epidemias, corrupción económica y política, terremotos que convierten pueblos conocidos en sepulturas anónimas, crisis financieras, desempleos... Son las noticias habituales de los informativos escritos, radiales o televisivos.
Parece que la humanidad navegara por un mar erizado de cotidianas amenazas.
Ante este paisaje son muchos los que arrían la bandera de la esperanza, impotentes y casi extenuados para clamar socorro.
Otros, la gran mayoría, son inconscientes de ese escenario, no porque lo hayan abandonado  sino porque lo prefieren ignorar.
Estas imágenes me traen otra empapada de consoladora inspiración.
Es Jesús dormido en la barca y en medio de la tempestad. Mientras el sueño le hace ajeno a esas circunstancias, los lamentos de los compañeros son inútiles. Sólo gritos de desesperación.
Después, cuando el pánico de sus amigos consiguen despertarle, él no se suma al coro del pánico. Lo que sus sentidos físicos le informan no coincide con lo conocido e inmutable: "Todo es siempre, Vida, Armonía, y su manifestación infinita aquí y ahora." Discierne con la ayuda del Cristo, de la Verdad sempiterna y avienta la aparatosa ilusión de peligro.
Esta escena nos la contaron los evangelios hace casi veinte siglos, pero hoy ilustra de modo luminoso mi diario navegar.
El practicante de la Ciencia del Cristo permanece todavía en el mar del mundo. Todavía no está en la tierra firme de lo absoluto.
Durante la actual singladura puede optar por tres actitudes.
La del temor, hipnotizado por los espejismos.
La de la falsa tranquilidad ante todo, producida por una positiva e irreal autosugestión.
O enfrentarse con el cuadro de horrores con la luz de la Verdad asumida como una conciencia.
Esa es la que tomó el Maestro y otros muchos que le precedieron o le siguieron.
Este pasaje me enseña lo siguiente.
Con frecuencia, sin haber pisado todavía la arena de la playa de lo Absoluto, me entrego irresponsable a la falsa calma del que duerme en una barca zarandeada peligrosamente.
Las llamadas de los prójimos, y el clamor de "mis" propias dolorosas creencias, son "hasta necesarios" despertadores para que dejando actuar al Cristo pacifique "los elementos".
Para que el practicista que debo ser, y que tiene como misión despertar, despierte a los que acuden a mí, he de ser previamente despertado al universo real. Y para eso, el paso previo y frecuente en este remar por la existencia, suele ser las peticiones de ayuda de los que van en la misma barca.
Ante la mentirosa amenaza es tan peligroso dormir como llorar.
Por eso, hoy aprovecho para agradecer a todos los que me seguís despertando con vuestras "creencias", para que yo sea a todas horas despertador.

martes, 27 de junio de 2017

LA PRÁCTICA EQUIVOCADA

Lo más frecuente es ir del problema a la solución. 
Una práctica equivocada.
Un trabajo de Sísifo. Inútil, además de imposible. 
Porque pretender partir de la nada es no salir nunca de lo inexistente.
Lo práctico es ser consciente de la realidad. 
Y así la solución que es lo único real, al iluminar la conciencia disuelve el problema.
Para llegar en Metafísica (que es lo verdadero), el punto de partida siempre es la meta. Porque hay que "empezar bien para terminar bien" (cf. CyS 262:31). 
Es decir, sólo se puede iniciar el camino desde el Bien para estar y alcanzar el Bien.
De acuerdo a lo que dice Ciencia y Salud "“La perfección se consigue sólo con la perfección” (290:23)

HACERSE EL SORDO... PARA PODER ESCUCHAR


Todos nuestros problemas están motivados por un creer en la carencia de algo. De salud, de éxito profesional, de conocimientos, de seguridad, de provisión, tiempo, de habilidades o cualidades como simpatía, belleza…
Y así, en la práctica, por muy creyentes que nos definamos, estamos declarando contra la totalidad de Dios infinito y perfecto.
Fomenta todo esto el pensar del mundo. Escucharlo a diario es mantener viva la amenaza. Las noticias y conversaciones sobre enfermedades, epidemias, crisis de familia, desgracias, accidentes, paro, hambrunas, corrupción, violencia… cercan nuestra divina inmunidad reduciéndola a una situación angustiosa.
Atender a lo que se dice, se hace y se ve en el mundo, nos recluye en un espacio limitado donde nuestra identidad como reflejo de lo infinito se experimenta ahogada.
¿Qué hacer?
Recuerdo el relato de cierta competición juvenil.
Se trataba de escalar una cima en tiempo prefijado. Era muy escarpada.
Los espectadores medían las posibilidades y no se contenían en gritar sus opiniones: “Es imposible”. “No hay tiempo suficiente”. “Es una empresa sobrehumana”…
Poco a poco, los participantes comenzaron a darles la razón al abandonar la prueba, uno tras otro.
Al final, sólo una joven coronó la cima. Cuando descendió para recibir su trofeo, los periodistas la cercaron de cuestiones.
 “¿Pensó en abandonar?”  “¿Ha sido muy duro?” “Cómo lo ha conseguido”…
Preguntas que no conseguían respuestas. Y así durante unos minutos.
Hasta que finalmente ella se llevó ambas manos a sus oídos y extrayendo unos tapones se excusó con una sonrisa: “Disculpen, pero así no les oía”.
Aquí está la clave del triunfo de la competición y de todo.
No oír, ni atender al griterío de las evidencias materiales. Ser sordo a lo de fuera, para retirado al interior, escuchar los mensajes de vida que vienen siempre de nuestra Mente.
Como aconsejaba Jesús:
 ”Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo íntimo”.(Mateo 6:6)

lunes, 26 de junio de 2017

MÁS ALLÁ DE LOS PERSONAJES

-¿Por qué tantos libros sobre Felipe II?
-Me acaban de presentar a un chico. Y me gusta mucho. Hace de ese rey en una serie. Esta es la razón de mi nuevo interés.
-Y no  sería más práctico conocerlo a él y no el personaje que interpreta.
La actitud anterior no es tan ajena y tan ajena.
Comenzando por uno mismo, dejamos a un lado el verdadero conocimiento de quienes somos.
Y nos dedicamos a estudiar a los personajes que la mente mortal ha creado en pobrísima fantasía y que velan nuestra verdadera identidad.
Por eso, hoy abandono el considerarme hijo de José y Victoria, nacido andaluz y residente en un pueblito del Sur de España... 
Sólo tendré en cuenta que soy la imagen y reflejo de Dios.
En esa única realidad profundizaré y no en personajes ni en sus historias de ficción. 

TENER Y VER



Era un atardecer de invierno.  
Y yo muy niño.  Quizás tres o cuatro años.
Estaba con mi caja de botones. Mi juguete preferido. Unos de nácar, otros dorados, de madera, forrados…
Yo los ordenaba por tamaños y colores.
Mi madre cosía a mi lado. La lámpara del techo guiñaba.
De repente la luz se fue. Y comencé a llorar.
-Pepín, no tengas miedo. Es sólo un apagón. (Entonces eran frecuentes)
A lo que repliqué: No es por eso, mamá.
-Si no estás asustado. ¿Por qué ese gimoteo?
-Porque no veo mis botones.
-¡ Tontito! Aunque ahora no los ves, los sigues teniendo.
Y hoy, muchas décadas después lo he recordado. Cuando me hablabas de tus carencias.
Esas que te mantienen hundido en depresión.
Y yo te escuchaba negando.
Porque siempre tienes todo lo que crees necesitar.
De seguido te recordé la frase enigmática: “Al que tiene se le dará y al que no tiene, incluso lo poquito que pueda tener se le arrebatará” (Mateo 25: 29 "Porque a todo el que tiene, más se le dará, y tendrá en abundancia; pero en cuanto al que no tiene, hasta lo que tiene le será quitado").
Grave error la creencia de estar falto de bien, cuando se es el reflejo de Todo.  Como en realidad somos.
Tenemos todo lo sanamente deseable. Por muy imposible que parezca su obtención.
Tenemos todo.  Sólo que no lo vemos.
No hay que confundir “tener” y “ver”.
Porque se puede tener “los botones” sin verlos.
Es pensar su carencia lo que impide el gozo de su visión.
Y es “saber” que se posee por reflejo del Infinito Bien, lo que posibilita su feliz contemplación.
No lo olvidemos. Podemos decir “No los veo”.
Pero nunca afirmemos “No los tengo”. 
Sino todo lo contrario.




domingo, 25 de junio de 2017

EN LO ÍNTIMO DE LAS PALABRAS

Consideremos lo íntimo de las palabras.
No nos quedemos en los significado superficiales.
Alguna vez hemos leído "expiar un pecado" o "expiando por su crimen”. Y el primer caso lo habremos traducido mentalmente como "borrar una falta". Y con la segunda expresión entendimos que "alguien estaba purgando con sufrimientos sus errores".
Pero, ¿qué significa en verdad "expiación"? ¿Incluye necesariamente la idea de sufrimiento?  
Expiación es una palabra compuesta de "ex"  y "piación". Ex significa sacar hacia fuera, manifestar. Y "-piación" proviene de "pio". Es la cualidad del piadoso, del que está lleno de la "pietas", la virtud o forma amorosa de relación entre los miembros de la familia, especialmente los padres y sus hijos.
Por lo que la expiación es manifestar la íntima unión de Dios (Padre-Madre) y el hombre, su hijo.
Otra palabra que conviene iluminar con la ayuda de la etimología es "reconciliación".  Fácilmente deducimos que viene de reconciliar. Donde "re" (volver a)  y conciliar (poner de acuerdo), nos indican “volver a poner de acuerdo”. 
Pero ¿qué significado encierra este último vocablo?
Acordar es "tener un mismo corazón". Y ya sabemos que para los judíos se piensa no con la cabeza sino con el corazón.
Por tanto, la reconciliación es la acción por la que podemos tener otra vez el mismo pensar o Mente.
 Esto es lo que hacen Jesús y la Ciencia por él predicada y vivida, y descubierta por la Sra. Eddy. El Cristo, que el Maestro manifestó,  nos hace ser conscientes de nuestra indisoluble unión con el único Ser, Dios.

AL TIEMPO LE SIENTA BIEN EL PARÉNTESIS


Hace unos días recordaba el obstáculo desanimador que le opusieron a Jesús cuando fue al sepulcro de su amigo Lázaro.
“Huele mal porque hace cuatro días que murió”.
Pero el Maestro no se detuvo. El Cristo puso entre paréntesis el dato temporal. Sacó el evento de los límites de esa ilusión que llamamos tiempo y en la que creemos existir. Evito el verbo “vivir”, porque en esa dimensión finita que miden los relojes y los calendarios nunca se vive, sólo se duermen sueños o pesadillas.
Y el "muerto" salió a la luz, sin más impedimento que el sudario con el que le habían amortajado "para siempre".
Oré acerca de ese breve diálogo y su festiva consecuencia.
Lo hice con profunda convicción, a pesar del martilleo de las noticias de desesperanza.
Los medios informativos españoles justificaron la retirada al cuarto día de nuestros bomberos con titulares como éste “Después de 96 horas de la catástrofe, imposible encontrar vida bajo los escombros. Continuar es inútil”.
Y como tantos otros, continué orando, aceptando el mensaje del Espíritu.
Y día a día la Vida fue rompiendo los cálculos mortales.
Bebés, jóvenes, ancianos fueron rescatados al quinto día, al sexto, al décimo…, incluso hoy, dos semanas después.
Mientras se busca, se encuentra. Lo inútil es no buscar.
Y los alegres hallazgos se sucedieron como la plantita que rompe con su colorida y fresca pincelada el cemento del camino.
A la Vida no la detiene ni la roca que clausura el sepulcro. Ella es lo ilimitado. Pero sólo se disfruta en el pensamiento sin fronteras.
El límite siempre es muerte. Pero nunca se sitúa en la realidad.
El tiempo es la muralla asfixiante del trabajo, del ocio, del aprendizaje, del desarrollo….

Por eso, para que la Vida se manifieste aun a través de la aplastante tragedia, lo mejor es colocar al tiempo dentro de los corchetes de un paréntesis.

sábado, 24 de junio de 2017

PARA CADA MAÑANA

En mi pueblo hay una fuente con doce caños.
Si tuviera que cortar el agua a todos los orificios ¿los cerraría uno a uno?
¿O cortaría tan solo la entrada general del suministro?
La respuesta es obvia.
Cada despertar nos encontramos con múltiples urgencias que “solucionar”: mundiales, próximos y propias. 
¿A cual acudo?
¿Qué hacer? 
¿Existe algo que esté fuera de Dios, que no sea su obra, que no tenga por misión reflejarlo?
Todo tiene un común y divino origen. No hay otro.

Por eso para despejar la atmósfera hipnótica con la que me saluda la mañana lo práctico es primero volverme a Dios. 
Sentirme sostenido en el Espíritu, sin peso de materia. Reconocer sólo un Principio de Bien y Orden, Sumergirme en la Vida de eterna armonía. Pensar los pensamientos de la Mente. Llenarme con el bello colorido del Alma. Exorcizar la presencia de cualquier miedo en el abrazo del Amor. Y comenzar libre mi andadura diaria, despierto a solo la Verdad.

NO TENDRÁS OTROS DIOSES


Frente al mandamiento fundamental, quizás algunos piensen en “becerros de oro”, en divinidades extranjeras sedientas de sangre o en ídolos primitivos de prehistóricas culturas. Puede que otros interpreten “dioses” por “poderes” y así entiendan que no hay que apoyarse en el dinero, en el prestigio, en lo que da placer y en otros objetos de deseo.
No tener otros dioses también es igual a no adorar nada fuera de Dios. Es decir (ad-orar) no “escuchar” (orar) en otra dirección (ad). Es no tener más guía, realidad o soporte que Dios. No considerar la existencia  o entidad de nadie más, distinto a Dios.
Pero el mandamiento ahonda más. Podemos haber dado la espalda a todos los dioses y conservar el que nos aparta más de la Verdad.
¿Cuál? La “persona” que creemos ser. Y se puede argumentar: “Pero yo no me considero separado de Dios”. “Yo me siento unido a Dios”.
La cuestión no es unir dos entidades diferentes: Dios y lo que llamamos “yo”. Es no considerarnos un “yo” sino la expresión individual del Yo soy quien soy.
Somos la imagen de Dios no una persona distinta. Pero ¡qué fácil es convertir el éidolon griego (imagen) en un nuevo y más destructor “ídolo”.
Por eso la Ciencia Cristiana se distingue por su insistencia en lo impersonal.
No existe ninguna personalidad o “yo”. Sólo Dios expresándose.
La personalidad es el mentiroso disfraz de limitaciones con que el filtro de la mente mortal pretende revestir cada individual manifestación de Dios, presentándola como separada y como otro “Yo” o “ídolo”. Es la máscara con que el individuo se disfrazaba para representar un papel, una ficción, en el teatro. Y de tanto “vivir” lo que no se es, uno puede llegar a confundirse sobre su verdadera identidad.
Somos imágenes, reflejos, pero no “ídolos”.
NO TENDRÁS OTROS DIOSES nos lleva a reconocer la totalidad y unicidad de Dios a la vez que nos reconcilia con lo que somos.
Todo esto me trae dos conclusiones a cual más práctica:
1º No nos equivoquemos. "Relacionarse" no es tratar con personas, sino  reconocer a Dios en cada manifestación individual.

2º En la llamada “curación espiritual no hay personalidad a tratar, sino un único Dios perfecto a quien, con gozo, descubrir.

viernes, 23 de junio de 2017

NUNCA ESTAMOS FUERA. SIEMPRE ESTAMOS DENTRO.

"Es horrible, caigo mucho".
Me repetía alguien con apenado desespero. 
"Propongo estar alerta... y a la primera de cambio todo se me viene abajo".
Y me hace la pregunta equivocada.
"¿Por qué no consigo dejar el error? ¿Qué hago mal?"
Y mientras yo pienso en el fundamento de su queja.
No es otro que creer que fuera de Dios hay algo más.
Llámese error, pecado, enfermedad, miseria o muerte.
Por eso le pregunto a mi vez.
"Aparte de la infinitud de Dios ¿hay algún otro lugar donde caer?"
Y adelanto la respuesta. 
Mi gran consuelo es que siempre que caemos, lo hacemos en los brazos de Dios.
No hubo réplica. Pero el rostro de mi amiga pareció haberse bañado en paz.

CON DIOS NO HAY FUTURO


Con Dios no hay futuro.  No intento desalentar con la frase. Ni es una provocación. Sólo afirmo la Verdad. En la conjugación de Dios no existen pretéritos ni pluscuamperfectos,  ni futuros imperfectos o perfectos. Con Dios no hay porvenir ni tampoco pasado. Todo es presente. Un continuo y rico presente.
Lo que llamamos curación no tiene que esperar a un mañana. Todo lo real, todo lo que es divino sucede ahora.
El “tiempo de Dios” se llama HOY.
Nunca hemos perdido una oportunidad. No quedó enterrada en el ayer. El regalo de Dios siempre está disponible HOY.
Nunca habrá solución para esto o aquello en el futuro, porque todo ESTÁ resuelto ahora.
El “Todos serán enseñados”  inspirador de tanta esperanza, encierra, a mi parecer, un error de traducción. Corregido debe decir: “Todos somos enseñados”.  Estamos siendo instruidos en este preciso momento que yo escribo y cuando tú lees. La dos acciones pueden parecer distantes en horas, días o incluso años, y sin embargo, ante la Mente, están ocurriendo a la vez.
Es falso que seamos imperfectos en el HOY, y sólo después de un proceso –breve o largo-, se llegará a la perfección. La Verdad es que ya somos perfectos. Ni en un segundo podemos retrasar el disfrute de esa realidad. El gozo es ya. Sólo el sueño nos recluye en la ignorancia de tanta felicidad. HOY te puedes despertar. Ahora podemos gozar con que nuestra Mente siempre es consciente.
Nada tenemos que construir. El resultado siempre sería un Babel inacabado.
Pero el Padre ya lo hace todo. “Si Dios no construye la Casa, en vano se afanan los albañiles”.

Con Dios no  hay futuro. Porque todo es Presente. Es el Todo.  Nada hay que esperar HOY. El pasado se disolvió. Y no se necesita un porvenir porque Dios es nuestro Presente.   

jueves, 22 de junio de 2017

EL MAYOR ENEMIGO

En la realidad no hay enemigos.
Sólo son personajes del sueño.
Pero es útil identificar al más encarnizado contrincante, ya que muchos creemos pasar largas temporadas en el país de Hipnos.
El mayor enemigo es el "yo".
Sobre todo ese que creemos ser.
Es el más peligroso. El comienzo de todo caos.
Y por eso es bueno identificarlo.
¿Cómo? 
El "yo" siempre siente la separación aunque sólo sea de un único ser.
No sentirse UNO universalmente es sentimiento egóico que descubre su ilusoria y destructiva presencia.
El "yo" construye muros.
El Ser en realidad desconoce límites y barreras.
Y así la manifestación del Uno es apertura que idea puentes.
Por eso, ser hombre o imagen de Dios, es hacer de "pontífice" de la Creación y sacerdote de la unidad.

EL REGALO QUE NOS ESPERA


Me gustan los regalos. 
Los que son gratuitos. 
Porque algunos sólo son compensaciones por lo que uno hizo. Son pagos, retribuciones. No regalos.
Los auténticos nada tienen que ver con el mérito.
Descubro hoy, que siempre, desde niño hasta este presente, amanezco  con la esperanza de una sorpresa agradable.
Por eso me encanta la promesa que anuncia Pablo:
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó… son las que Dios ha preparado para los que le aman”(1).
 Pero  hay que precisar.
¿Quiénes son los beneficiarios?
“…los que le aman” es una pobre y equívoca versión.
La traducción correcta: “los conscientes de ser amados”.
Porque “el darse cuenta” es la cualidad de los “despiertos”.
La misma que los “durmientes” poseen inactiva, presa de sueños y pesadillas.
El consciente es el único que ve. El inconsciente sólo puede soñar.
Entonces, ¿quiénes son los inmediatos destinatarios?
Sin duda alguna: los que escuchan “Tú eres mi hijo muy amado” y se lo creen. (Como le sucedió a Jesús).
 Y ¿cuál es el regalo dispuesto para los que se reconocen infinitamente queridos?
Lo IMPOSIBLE de captar para los sentidos físicos: El Amor infinito como Todo.
Aceptar que esa es la Verdad (“creer”) ilumina la oscuridad.
Aunque las sombras sigan presentando sordos, leprosos, tullidos, violentos, corruptos, arruinados…  sólo se es consciente de la divina manifestación infinita.
Ese es el Todo de la existencia, la Meta del Camino. El sentirse seguro, envuelto, abrazado por el Omnipresente.  Ser parte de la fiesta eterna. Nunca fuera en una vacía e inexistente Nada.
 Pero, ¡qué difícil sentirse amado! Me lo he dicho muchas veces.
Y es que “aquí” experimentamos por los sentidos. Y ni el ojo ve… ni el oído oye… al Amor.
Podríamos decir con Pablo: “¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal?”(2). ¿Quién puede corregir a mis sentidos?
El mismo apóstol nos indica la salida a este laberinto. “¡Gracias a Dios! La respuesta es Cristo. Y así aunque con la carne sirvo al pecado, con la mente sirvo a Dios.(3)
Con la única mente es como me alineo con el Espíritu. Los pensamientos son los que conforman el sentir. Por eso Pablo recomienda que sólo alberguemos imágenes de lo bueno para experimentar el bien.
 La respuesta es Cristo”.
Ceder a la Palabra...
Aceptar como lo único “real” el pensar de la Mente  nos hará sentir “aquí”  el Amor, Dios.

Lo que por sentencia divina,  irremediablemente, sentiremos cuando despertemos al único y eterno Día.
(1) 1 Corintios 2:9  (2) Romanos 7:24  (3)Romanos 7:25.

miércoles, 21 de junio de 2017

ORDENANDO PENSAMIENTOS

El joven compartía como enfrentarse al caudal de noticias con que nos desayunamos a diario.
"Me acerco a ellas después de ordenar mis pensamientos. 
Es mi modo de orar. 
Apoyarme en los pensamientos eternos de Dios. 
Aquellos que nada los  modifica.
Y así las noticias no me cambian. 
Sino influyo en ellas al contemplar la inalterable realidad que esas horribles informaciones pretenden nublar y hasta ocultar."
Y yo añado algo más.
No sólo tientan los telediarios, las primeras páginas de la prensa o los titulares del Internet.
Durante el día la familia, los amigos, el entorno en general e incluso uno mismo pasamos revista a un ingente cúmulo de desarmonías.
Por eso conviene acometer la jornada después de una concienzuda revisión de nuestro pensar.
Y así "la nada de fuera" no condicionará nuestro "dentro". 
Sino que éste iluminará lo que aparece como un tiempo amenazante.

QUÉ Y CÓMO ORAR


Con hambre de la Verdad me han preguntado "qué es y cómo "orar.
Después de redactar mi e-mail he pensado que la respuesta pudiera servir a más de uno.
Por eso me permito copiar algunos párrafos a continuación.
Orar no es pedir, sino ponerse en sintonía con Dios. Recuerdo las viejas radios de mi infancia y mi padre buscando la emisora con el dial en un oleaje de interferencias y ruidos. Había que encontrar esa fina línea libre de ruidos parasitarios donde poder escuchar los mensajes de forma inteligible.
Orar no es hablarle a Dios, informarle, sugerirle... sino escuchar su palabra amorosa y hacedora de luz.
Orar es como leer de nuevo la carta de amor que se recibió un día y que al pasear los ojos por sus líneas, calienta el corazón una vez más, y nos hace recobrar las fuerzas que parecían agotadas.  
Orar es, por tanto, no recibir nuevas revelaciones sino aceptar las que en otra ocasión recibimos o se nos dejaron en los relatos bíblicos, que como nos recuerda la página 497 de Ciencia y Salud son nuestra guía suficiente para arribar a la vida de verdad, a la auténtica.
Orar es aceptar la totalidad del Bien y la inexistencia del mal (bajo cualquier forma que se presente). Y aplicar esto de forma práctica y constante en nuestra cotidianeidad.
Orar es ocupar nuestra conciencia, verdadero timón de nuestro existir, con los pensamientos de Dios y no con los que nos sugiere el mundo, siempre aprisionados en imposibles.
En la Ciencia Cristiana, nuestra oración tiene la posibilidad de ser ayudada cada semana con las lecciones bíblicas que Mary B. Eddy encargó confeccionar, bajo 26 tópicos, con textos de la Biblia y de Ciencia y Salud que se repiten dos veces en el año.
Creo que para empezar esta comunicación con Quien nos ama, esto puede ser suficiente.
Y algo muy importante:
Déjate llevar. Dios nunca te soltó de su mano. Mucho más que la uña al dedo estamos unidos a Él.


martes, 20 de junio de 2017

LA VENTAJA DE LA BANDA ANCHA.

"Dios no me escucha"
La queja es frecuente. 
Estéril y errónea.
Porque no se trata de hacernos oír, sino de escuchar nosotros.
Las peticiones de los yoes ensordecen para sentir el regalo de la guía correcta.
Hay que sintonizar con la Mente en emisión continua.
Pero hay que conectarse en la forma debida.
Y la oración necesita de banda ancha.
Es decir, considerar que formamos parte del UNO que incluye a Dios y a todos.
Hablar o escuchar en singular no funciona.
Por eso Jesús decía "Padre NUESTRO".
Usemos la frecuencia que incluya más y más el Todo.
Así se neutralizan las paralizantes interferencias del yo, y se permite el regalo de la mejor ymás clara percepción.


¿VIVO EN LA TIERRA MEDIA?


Papá”, oí a un pequeño a la salida del cine, “¿Dónde está la Tierra Media? ¿Aquí o en África?
La respuesta fue contundente.
Ni aquí ni en ningún sitio Todo lo que hemos visto es pura fantasía. La historia de “El Señor de los anillos” es una invención, nunca ha ocurrido”.
Después visité a unos amigos estudiantes de la Ciencia Cristiana. Cuando estaba para irme, ella me relató la última conversación con un compañero de trabajo, muy bueno y devoto. Este hombre le habla una y otra vez acerca de las pruebas a las que Dios le somete casi a diario.
La finalidad del mal que Dios permite es para purificarnos”, suele afirmar con sufrida resignación.
En esa ocasión mi amiga se vio obligada a una amorosa corrección. “Fulano, estoy algo confusa. ¿Me quieres ayudar? ¿Recuerdas qué día de los siete del Génesis, Dios creó el mal?
No me contó la respuesta de su interlocutor porque éste se quedó pensativo.
Pero para ella es tan rotunda como la del papá a la cuestión sobre la fantástica creación de J. R. Tolkien.
Dios nunca creó el mal”.
Y habría que añadir: “Tampoco éste que te asusta. Porque también es una invención de la imaginación. Una ilusoria creación de la llamada mente mortal”.
Cada manifestación del mal en nuestro día a día se ha de etiquetar  de “fantasía”. Como algo que no está “ni aquí ni en ningún sitio”. Que no forma parte de la divina y única creación.
 Ya sea una catástrofe multitudinaria, el diagnóstico de una enfermedad, una condición dolorosa, el inquietante síntoma o una situación económicamente ruinosa, una aislante soledad o aparente carencia de afecto….
Nada que lleve el adjetivo de “malo” tiene sustancia donde apoyarse o calificar.Y aunque se presente como un poder máximo, como lo inevitable y la única y amenazante realidad.Porque gracias a nuestro Padre-Madre, está fuera de la Vida, de la Verdad y el Amor.Y si reside en alguna parte, será en otra especie de “Tierra Media”, pero nunca en Dios, donde siempre estamos, nos movemos y se encuentra nuestra auténtica identidad.

lunes, 19 de junio de 2017

SÓLO HAY UNA ÚNICA NOTICIA

El filtro sensacionalista de los medios, bombardea con informaciones negativas a cual más.
Y así somos tentados a diario y casi a cada hora.
Con actos terroristas, terremotos, incendios, epidemias, hambrunas, accidentados, ahogados en su huida de la represión política o de la miseria.
Es difícil ver a Dios en este escenario.
Como ahora con la avalancha de crónicas de desgracias.
Pero ni debemos establecernos en este observatorio ni pretender ver con los sentidos limitados lo que es Armonía infinita, eterna e inmutable.
En un sueño no se apaga el incendio con inundaciones de agua.
Sino regresando del acoso de las malas noticias al refugio de la Buena Nueva.
Jesús la proclamó hace casi dos mil años.
La feliz realidad o Reino de los cielos está dentro y no fuera.
Acabemos con los estados hipnóticos. Atendamos el pensar de la Mente.con exclusividad radical 
Aceptemos la única noticia que hay, la Buena Noticia.
Demos todo nuestro crédito a esa. Al Eu-angelion  (evangelio) que proclama:
"Dios, el Bien, es todo".
Y permanezcamos ahí hasta que los sentidos dejen de ver las negras proyecciones del miedo.
Pero eso no impide que mientras estemos despertándonos, amemos a todo de las formas más prácticas, intentando sin creer en el sueño que éste deje de ser pesadilla.

MI PIE NO VE, PERO CAMINA


Me llamaste angustiada.
Ya no siento la alegría de antes. Es como si las nubes hubieran eclipsado al sol. Sé me ha escapado el sentimiento con que percibía la seguridad y que todo estaba bien. Ahora ya no veo con claridad.
¿No sé que he hecho mal?”
Describiste una situación que me resulta familiar. A veces todo es luminoso y al rato el gris se enseñorea del paisaje.
Yo te contesté -y la respuesta me ayudó a comprender.
La visión de la Mente no cambia. Siempre ve todo perfecto, sin excepción”.
Y me replicaste casi como una protesta.
Pero es que yo necesito verlo y sentirlo.
Y entonces descubrí donde estaba el error.
¿Acaso mi pie me reclama ver primero la dirección que decidí tomar? ¡Nunca!
Y como no se siente separado acepta con normal naturalidad lo que los ojos ven, aunque por sí mismo nada perciba.
Acepta la alegría del corazón y anda cumpliendo con su función, sin más necesidades.”
La actitud equivocada que lleva a la depresión o al desánimo es pretender ser una mente con actividad autónoma.

Los sentidos físicos no pueden ver a Dios ni al hombre verdadero. Pero tenemos una Mente siempre alegre, en armoniosa e inmutable paz que contiene toda la Verdad. Y si dejamos a Ella el conocer, nos ocurrirá como el ciego que ha soltado en su Lazarillo la responsabilidad de su movimiento. Siempre llega a su destino sin tropiezo.

domingo, 18 de junio de 2017

LUGARES PARA EL ENCUENTRO

En mi adolescencia el lugar de citas para los domingos y festivos era "frente al Banco Zaragozano".
Y la hora un temprano atardecer.
Allí nos encontrábamos con mejor o menor puntualidad para disfrutar de amistosos o amorosos encuentros.
Hoy la entidad bancaria de referencia ni existe siquiera.
Aunque sí persiste la necesidad de encontrarnos con los otros y con uno mismo sobre todo.
Conforme parece que el sueño avanza por el nostálgico camino del tiempo se necesita que esas citas sean en un marco de mayor profundidad.
Por eso disfruto agradecido con la declaración de Mary Baker Eddy: “Donde Dios está nos podemos encontrar, y donde Dios está no nos podemos separar”. (La Primera Iglesia de Cristo, Científico, y Miscelánea, pág. 131).
Es hermoso saber que el encuentro "en Dios" imposibilita toda separación.
Y por eso ahí es donde esperaré a cada uno y a mí mismo.

PAZ INALTERABLE ANTE LA CIZAÑA


La paz junto a la sosegada alegría es el ámbito de la única Realidad.
Experimentar la inquietud, no ya el miedo, es señal de haber salido de la Verdad y entrado en el terreno de la ilusión.
La lectura de la parábola del trigo y la cizaña ( Mateo 13:24-30) me ha dejado este poso de firme estabilidad.
Pero en el relato hay mucho más. No tiene desperdicio.
La cizaña ocupa el escenario aprovechando la inconsciencia del hombre. Hace su aparición durante el sueño.
Mary Baker Eddy nos recordará: “Científicos Cristianos, sed una ley para con vosotros
mismos que la malapráctica mental no puede dañaros, ni dormidos ni despiertos”. (Ciencia y Salud 442:33)
Con esta recomendación concluye su capítulo sobre La Práctica, resaltando su importancia al colocarlo como último consejo.
La confusión hace presa en los trabajadores cuando descubren la cizaña.
La sorpresa se hace pregunta: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo, pues, tiene cizaña?”. La pregunta de siempre: “¿Cuál es la causa del mal?” Cuestión absurda ya que sólo tiene causa aquello que posee existencia.
Pero, ¿cuándo se percibe la cizaña dentro del sueño?
Cuando brotó la hierba y dio fruto”.
Muchos se quejan que es cuando se han vuelto a Dios, cuando comienzan a sobrevenirle problemas y desafíos.
La respuesta a esa decepción es bien simple. Cuando no se tenía en cuenta la Verdad, era imposible discernir. Sólo cuando nos enmarcamos en blanco distinguimos lo negro. Antes todo era oscuridad y ceguera para percibir.
Los “sonámbulos” trabajadores (los que se mueven en el sueño), reaccionan  equivocados. No se trata de arrancar, luchar, fijarse o detenerse en la cizaña para vencerla.
El Padre, al que como hombre he de reflejar, actúa diferente.
Centra el fenómeno. Lo que está ocurriendo es producto del sueño.
No se altera. No se inquieta. Prescinde de la cizaña. La sitúa en su verdadera patria: la Nada.
En el transcurrir del tiempo sólo hay que esperar la hora de la cosecha, seguros y sin mancharnos con imágenes de malas hierbas.
El Padre ni duda. Sólo tiene un pensamiento: lo plantado por Él -el único que puede sembrar y siembra-, es semilla buena, de la mejor calidad.
Y cosecharemos cuando despertemos.
Entonces algo maravilloso sucederá al descubrir la impotencia de la cizaña, atada, y reducida a cenizas.
Contemplaremos libres en paz y con alegría, lo único que tiene existencia, el buen trigo del Bien.
Mientras cohabitemos con el pensamiento del mundo podemos ver cizaña por doquier. Pero no hay que alterarse. No hay que doblar la rodilla para ver cuál es su clase o cuan profunda es su raíz... 
Sino volver a la Verdad y a su paz:Sólo es lo sembrado por el Padre, lo bueno. Lo demás son nada, cenizas.