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martes, 28 de febrero de 2017

APRENDIENDO IDIOMAS


Después de las vacaciones navideñas, en mi país se ha puesto de manifiesto un deseo colectivo: Aprender inglés.
Llegar a comunicarse en inglés se ha convertido en una necesidad primordial que desde niños a maduros todos quieren satisfacer.
Pasado Septiembre, las academias de idiomas están haciendo “su Agosto”.
Y casi todos los métodos comienzan por el saludo: “How do you do?”
 Necesitamos mejorar nuestra comunicación. En eso, la mayoría está de acuerdo.
Aprender a relacionarnos con el mayor número posible de individuos es muy conveniente.
Porque es altamente beneficioso el establecer sólidas relaciones en todas las dimensiones: internacionales, de negocios y trabajo, sociales, familiares y personales.
Y parece que el inglés se ha convertido en la lengua franca.
No obstante hay otro idioma más universal y que hasta los bebés entienden.  Se trata del lenguaje del Amor.
Como todavía soy un "beginner" en esta área, me limitaré a copiar algunas notas del nivel básico.
Comenzaré como lo hacen todos, por el saludo.
Porque es lo primero al comenzar un contacto. Independientemente de lo protocolario o cordial del mismo, saber que significa esa palabra clarifica bastante.
Saludo viene de salud, solución, salvación (los romanos al encontrarse se decían "Salve")... Nos deseamos lo mejor, la salvación, la solución  de problemas o liberación de errores.
Pero el saludo del Amor no se queda en un deseo, sino que lo realiza y lo da. Lo establece para siempre.
¿Cuál es el saludo que tenemos que fijar en la memoria?  ¡NO TEMÁIS!
¿Por qué? Porque nunca estoy solo, sin defensa, condenado sin esperanza. Ayer, hoy y mañana, he estado, estoy y estaré rodeado del Amor. Y éste no es pasivo, sino continuamente activo, atento a nuestra necesidad, visionándonos perfectos e “inocentes”. El Amor ignora el adjetivo culpable.
Mary B. Eddy recordará que'La práctica científica y cristiana comienza con la nota tónica de armonía de Cristo: “¡No temáis!”' (1)
"No temáis" también es el saludo que identifica al Amor desde las primeras páginas de la Biblia. Conviene que repasemos como nos dice que jamás temamos, en ninguna ocasión, ni por ninguna condición.
¡NO TEMÁIS!  aunque tengáis el amenazante Mar Rojo delante y el ejército del faraón a la espalda. (2)
¡No temáis! ningún tipo de enemigos. (3)
¡No temáis a los que parecen dioses! y contra los cuales os sentís impotentes (4)
¡No temáis aunque creáis haber hecho el mal! y merecéis el castigo, el rechazo y la condena. (5)
No temáis porque la empresa se os hace difícil y no sabéis como realizarla. (6)
No temáis lo que el mundo teme. No temed la mala suerte, el destino, la herencia enfermiza... (7)
No temáis, sino sed testigos sólo de la obra de Dios. Dejad de considerar lo malo, las desarmonía. (8)
No temáis a los que os calumnian o maltratan (9)
No temáis a los poderosos, porque "Tuyo es el poder y la gloria." (10)
No temáis a la crisis ni a la aparente carencia de todo. (11) 
No temáis porque yo estoy en medio de vosotros. (12)
No temáis por como os veis, porque gozareis de todas las bendiciones. (13)
No temáis porque La Verdad se descubrirá, brillará para todos. (14)  
No temáis porque sois espirituales y contra ello no hay poder. (15)
¡No temáis aunque parezca que vuestro mundo se hunde, sino siempre tened ánimo. (16)
¡No temáis ante la manifestación de Dios. Sino levantaos, elevad vuestra mirada, vuestro pensamiento y descubriréis que " Todo es Mente infinita y su manifestación infinita, porque Dios es Todo-en-todo." (17)
No temáis cuando estáis buscando al que amáis, por el Cristo que manifiesta.(18)
No temáis porque todo son buenas noticias. (19)
No temáis porque siempre es el Yo soy el que se hace presente. (20)
No temáis porque los pensamientos de Dios -los ángeles, sólo traen buenas nuevas, incluso durante la noche u oscuridad, si se está atento. (21)
No temáis porque nada de lo que somos se puede perder. Siempre permanecemos intactos. (22)
Finalmente "No temas rebañito porque a mi Padre le ha dado la gana regalaros el reino." (23)   El motivo para "no temer" no está en nosotros, sino que descansa en la voluntad de Dios, en el “porque sí” del Padre-Madre. Y esto si que nos sitúa en una relajada paz al retirar de nuestros hombros el pesado yugo de la responsabilidad.      
(1) (Ciencia y Salud 410:31-1); (2)Éxodo 14:13-14; (3) Josué 10:25,  (4) Jueces 6:10; (5) 1 Samuel  12:20-24; (6) 2 Crónicas 20: 15, 17 y 32:7; (7) Isaías 8:12 y 35:4; (8) Isaías 44:8; (9) Isaías 51:7; (10) Jeremías 42:11; (11) Joel 2:22; (12) Hageo 2:5; (13) Zacarías 8:13, (14) Mateo 10:26; (15) Mateo 10:28; (16) Mateo 14:27; (17) Mateo 17:7 y Ciencia y Salud 468:11-12; (18)Mateo 28:5; (19) Mateo 28:10; (20) Marcos 6:50; (21) Lucas 2:10;  (22) Lucas 12:7; (23) Lucas 12:32.

¿ES POSIBLE LA SOLEDAD?


lunes, 27 de febrero de 2017

¿CIEGOS? PERO NUNCA "DE NACIMIENTO"

Acabo de leer en el evangelio de Juan el pasaje del ciego de nacimiento.
Me sirve de inagotable inspiración. 
Porque revela el sentido de todo acontecer. 
No importa cuando y como se presente. 
Siempre es para manifestar la gloria de Dios. 
Sin excepción. 
Trascendiendo las apariencias todo es para bien. 
Mucho más, el Bien es en todo. 
Sólo que hay que preguntar al Cristo por la perspectiva adecuada. 
Como los discípulos de Jesús. 
Y descubrir como disolver este avanzar a ciegas y en confusión dolorosa.
Sólo hay que borrarle a cada apariencia de mal, la falsa referencia al "nacimiento".
Esa etiqueta es lo que oculta nuestra intocable y perfecta inmortalidad.

APRENDIENDO A DESPERTAR. LEARNING HOW TO WAKE UP

La humanidad dormita sueños. A veces son pesadillas.
Casi sin gozar de la vida.
Ésta sólo se disfruta despierto.
Un “¡Esto no me puede estar ocurriendo!” ha ayudado a salir de la inconsciencia  y ansiar el amanecer.
Pero hay que aprender a despertar.  
El “¿Dónde estoy?” es con frecuencia el buen comienzo. La respuesta correcta sitúa en la armoniosa realidad.
“¿Dónde estamos? ¿dónde ahora?, ¿dónde antes?, ¿dónde mañana?”  Las preguntas pueden ser multitud.
La contestación, una e inmutable: “En la presencia de Dios”.
Nada existe fuera de la Única Presencia.
El preguntar ya incluye la Buena Noticia de la respuesta: “En Dios nos movemos,  vivimos y tenemos nuestro ser” (1).
Sólo la inconsciencia es ausencia.
Imposible estar presentes sin experimentar la pacificadora calidez del Amor. No sentirla señala que todavía soñamos.
Hay que ejercitar el “ser conscientes de la realidad”.
Eso es vivir: darse cuenta del Amor. Sentirse absoluta, incondicional y profundamente amado.
Eso es “practicar”.
Hay que pausar nuestra andadura. Preguntar en cada parada “¿donde estoy?  Y tras descansar en la respuesta, fortalecidos, continuar nuestro camino.
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(1) ( En la eterna e invariable Presencia no puede haber “ausencia”. Ningún ser querido se fue (¿puede haber seres que no sean sino “queridos”?).
Todos permanecemos en la Amorosa Presencia. Los que vemos y los que dejamos de ver. Todos juntos, abrazados por la Presencia.)

Learning how to wake up.
Humankind is half-asleep  dreaming. 
Dreams are sometimes nightmares. 
Almost without enjoying life.
Life is enjoyed when we are awake.
“This cannot be happening to me” has helped to awake from unawareness and long for dawn.
But one must learn how to wake up.
The question  “Where am I?” is often a good beginning.  The right answerplaces one in  harmonious reality. 
“Where are we?  Where now?  Where before?  Where tomorrow?”
The questions can be legion.
The answer,  one and immutable:  “In God’s Presence”.
Nothing exists away from the Only Presence.
Asking  already includes the answer’s Good News:  “In God me move, we live and have our being” (1)
Only unawareness is absence.
It is impossible to be present without feeling the soothing  warmth of Love. Not feeling it  means we are still dreaming. 
We must practise “being aware of reality”.
Living is precisely that:  being aware of Love.  Feeling absolutely,unconditionally and deeply loved.
“Practising”  is precisely that.
We must make pauses in our going.  Ask at each pause “Where am I?”  And after resting in the answer, and thus strengthened, continue our way.

(1) (In the eternal and unchangeable Presence there cannot be “absence”. No loved one has gone away (Can there be anyone who is not  a  “loved one”?). 
All of us remain in the Loving Presence.  The ones we see and the ones we stop seeing.  All of us together embraced by  The Presence).


¿ES LA HUMILDAD UN VALOR?


domingo, 26 de febrero de 2017

COMO PEZ EN EL MAR

Para experimentar la feliz realidad, la auténtica, necesito zambullirme en el océano de la divinidad. 
Con la confianza extrema y arriesgada de un clavado de Acapulco. 
Y bucear ahí evitando salir a superficie. Contemplando sólo la inmensidad del Bien.
No hay peligro de ahogo, salvo para el yo.
Porque ser y moverse en Dios es estar en nuestra específica y esencial atmósfera. 
Es sumergirse en la Vida.  
Fuera de Ella se aguanta sólo un poco.
Y siempre con gran dificultad. 
Como el pez abandonado en la arena del rebalaje (1)
Y sólo permaneciendo esa Verdad infinita que es Dios se borran personalidades, se disipan sombras y se Le siente como paz inmutable, manifestándose en todo.

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(1) rebalaje: donde resbala el oleaje.

APRENDIENDO A TRADUCIR. LEARNING HOW TO TRANSLATE 


Lo cotidiano regala lecciones de vida.
Hoy mismo descubro una enseñanza  rebosante de inspiración.
Tengo una amiga profesora de inglés.
 Yo le envío algunas de mis reflexiones y ella las vierte a correcto inglés.

A mi vez yo intento mi propia y balbuciente versión.
Cuando mi amiga me remite la suya, yo coloco ambas en columnas paralelas.
Las comparo con cuidado y subrayo los errores de mi copia.
Después los sustituyo por las palabras o estructuras usadas por mi amiga.
Y ahora viene lo importante. No se trata de corregir las faltas sino de asimilar el modelo. Y para ello he de comprenderlo.
Descubro que este trabajo no difiere del que ha de ocupar todo mi día.
Como practicista no puedo aceptar sólo aquello que presenta o sugiere el pensar de  un mundo “principiante” (beginner) en el idioma de Dios.
He de confrontarlo con Sus pensamientos. Después he de corregir con la vista puesta en la expresión cierta y única. Pero sobre todo comprender. Así  no se olvidará  la lección y se aprovechará el trabajo.
Algo más. Hablar el idioma de lo verdadero  nunca será vestir el pensamiento erróneo con palabras que suenan a  Verdad.  Sólo sería reproducir  un Babel de confusión.

Y al observar que repetir las frases correctas me aporta una  gran ayuda, concluyo que para asimilar el modelo ya no puedo hospedar errores en mi conciencia, sino rumiar sólo lo que expresa  el Bien.

Day-to-day life presents us with life-lessons. 
Just today I have discovered an example overflowing with inspiration.
I have got a friend who teaches English.
I send her some of my reflections in Spanish, and she translates them into correct English.
On my side, I try to produce my own faltering version.
When my friend sends back her translation,  I place both side to side in parallel columns.
I compare them carefully and underline the mistakes in my version.
Afterwards I substitute those mistakes  with the words or structures used by my friend.
And now comes the important point.  It is not a matter of correcting mistakes but of assimilating the model.  And in order to  do that I must understand the model.
I have discovered that this job is in no way different from the one which will occupy my whole day.
As a Christian Science practitioner I cannot accept only that which a world - a “beginner” as to God’s language -  presents or suggests.
I must bring everything face to face with His thoughts.  Afterwards I must proceed with the corrections with my eyes set on the true and only expression.  But above all I must understand.  Thus the lesson will not be forgotten and the assignment  will be fruitful.
Something else.  Speaking the language of truth will never be dressing erroneous thought with words which sound  as Truth.  This would only be  reproducing a Babel of confusion.
And as I realize that repeating correct sentences is of great help,  I come to the conclusion that in order to assimilate the model,  I can no longer shelter mistakes in my consciousness, but  must ponder only  that which  expresses Good.

ES COSA DE NIÑOS


sábado, 25 de febrero de 2017

HOY MEJOR QUE MAÑANA

Buen día. La tentación más paralizante se llama "mañana". 
La samaritana intenta detener las consecuencias transformadoras del encuentro con el Cristo.
 "Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas". 
Pero Jesús la centra en el hoy. 
"Ya está aquí. Es quien habla contigo." 
No hay que esperar un acontecimiento "especial". 
El Cristo es el único que habla conmigo y siempre. Incluso cuando busco agua o estoy lavando los platos.
Las otras conversaciones, incluso nuestro "propio" pensar sólo son sonidos. 
Pero la comunicación de la Mente es continua y vivificante.  
Lo que necesito ahora me lo están regalando en el mensaje de este instante. 
¡Ojala suelte "mi cántaro" y escuche una Palabra de vida eterna!

AMANECER DEL PENSAMIENTO

Sonó el despertador. Y me dispuse a orar. Es decir, a escuchar.
Una débil claridad se adivinaba en la oscura madrugada.
Y pensé: -Nada puede ni hace la Tierra para que la mañana se apresure. Sólo situarse en la dirección del Sol y esperar que se eleve por el horizonte. Una vez en la posición correcta queda quieta y confiada”.
 Eso es lo que se me pide. Sólo eso.
 Hacer sitio a los pensamientos de la Mente que han de iluminar la conciencia sustituyendo visiones de sombras abatidas e  indistintas por vivos contornos de jubilosa belleza.
No se adelanta el alba porque se prendan por miles los focos eléctricos o se aviven con madera seca centenares de fuegos.
La Verdad sólo viene de Dios.
Y nada impide su arribo.
Nada lo aborta. Ni "nuestra" incapacidad ni "nuestra" ignorancia.
Una vez vueltos a Dios sólo hay que esperar. Es decir, quedar en activa tranquilidad después de abandonar el pensar en nosotros, en "nuestras" responsabilidades, en "nuestros" problemas...
Ese es nuestro único quehacer. El mismo del benjamín de la parábola. (Lucas 15:11-34)
Volvernos hacia la Casa paterna sin importarnos los pensamientos que se revuelven en la mochila, y que se abandonarán con sólo ver al Padre correr a nuestro encuentro.
Entonces nuestra fría desnudez sentirá el cálido abrazo del Amor y nuestro ser será revestido con la túnica del Cristo. Nos sentiremos limpios. Aceptar ese Amor, ser consciente de su abrazo nos habrá lavado de tantos falsos errores, carencias y culpas.
Y ya la jornada no se llamará lunes, martes, o...                                                  sino siempre "el día que hizo el Señor", donde sólo es la alegría y el gozo. (Salmos 118:24)

EL ÚNICO QUEHACER


viernes, 24 de febrero de 2017

COMPLETANDO UN RECORDATORIO

Ayer compartía "Nada que aparezca como material puede impedir que sane a los enfermos y destruya el error". 
Pero, ¿cómo distingo lo material? 
En primer lugar todo lo limitado, lo imperfecto, lo doloroso, lo que amenaza, separa o desune, lo que viene acompañado de dolor, preocupación, incertidumbre, condena, sentimiento de culpa, crítica. 
Los remordimientos que no lanzan hacia adelante en el camino de la felicidad, sino que retienen en la cuneta con lamentos y desesperos. 
El creer que el Bien  no es posible en mi caso o en el de otros. 
Cuando es lo único que en realidad es. 
Consuela saber que "mis" pecados o los de otros nunca pueden modificar lo que es la obra eterna de Dios.

APRENDIENDO A CALCAR


Me sorprendió lo bonito del dibujo y la felicité. Y alzó sus ojos orgullosa. No tenía más de cinco años.
Daniela, ¿cómo hiciste algo tan perfecto?
Si es muy fácil, tito. Lo calqué.  Y me enseñó el original rebosando inocencia. La imagen se correspondía en todo con el modelo.
Y eso me hizo reflexionar.
Somos “imágenes”. ¿Cómo llegar a igualar lo representado?
Y repasé el procedimiento.
1º Colocar el papel  junto a lo que pretendamos calcar. Lo más unido posible. En íntimo contacto.
2º Y todo sobre una mesa de luz o en el cristal de una ventana.  
3º Una mano retintará los trazos que la luz dibuja en la superficie.
Y pensé ¡qué importante es el contacto íntimo, la unión! Pero eso “YA” no depende de mí. Está hecho desde siempre.
No estoy en otra parte. Soy “uno” con el Modelo, con el Ser.
Tampoco hay carencia de luz. ¡Nunca! Resplandece constante incluso en la supuesta oscuridad. (1)
Porque nada tiene que ver con un Sol de ocasos diarios o con una Luna dependiente de sus fases.
Nunca fui buen dibujante. Pero no es mi mano la que ha de subrayar. Sólo he de ser consciente que mi todo ya ha sido “tatuado” indeleblemente por el trazo amoroso de la Mente.
Y finalmente como un espectáculo de pirotecnia, me alegra saber que tampoco  hay que llegar a ser, sino que desde siempre somos un “calco” de Dios.
Más aun, es Dios quien me tiene tatuado en Sí.
 “Yo (el Señor) te he grabado en las palmas de mis manos “ (Isaías 49:16)
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(1) La Ciencia Cristiana está amaneciendo sobre una época materialista. Las grandes realidades espirituales del ser, como rayos de luz, resplandecen en las tinieblas, aunque las tinieblas, no comprendiéndolas, tal vez nieguen su realidad. Ciencia y Salud 546:23-27


EL SÍNDROME DE DON QUIJOTE


UN PRÁCTICO RECORDATORIO

Buen día. 
Hoy me quedo con este breve pero estimulante recordatorio.
Lo he tomado de una cita de Ciencia y Salud (368:16-21). 
Nada que aparezca como material puede impedir que sane a los enfermos y destruya el error. 
Sólo tengo que:

-aceptar lo que es verdadero, 
-desechar el error, 
-creer en la omnipresencia del Espíritu comprendiendo que la materia es ilusión, 
-entender que la muerte no es el final de la Vida interminable, 
-y colocar mi confianza exclusivamente en Dios sabiendo que mi exclusiva tarea es descubrir lo que Él ya ha hecho bueno y perfecto.
-y que eso es todo lo que realmente es.

jueves, 23 de febrero de 2017

NUESTRO PATRIMONIO


Mi padre me repetía con frecuencia: “Sólo tenemos lo que damos”.
Hoy me permitiré corregirlo un poquito: “Sólo al dar  conocemos lo que tenemos”.
Porque el hombre no es alguien que tiene que recibir. Ya lo tiene todo.
No es un necesitado, sino un dador.
Dar es una de sus cualidades esenciales. Es la imagen  del Amor, del infinitamente Generoso.  
Quien no se atreve a dar  es porque no ha conocido a Dios. Por eso tampoco goza de la Vida. La ignora.
Jesús lo deja claro en su parábola de los talentos. (Mateo 25:14-30)
El que enterró el suyo lo hizo por miedo a perder.
Cuando en el reino de Dios nada se extravía o desgasta.
En “la casa” del Padre ni se resta ni divide. Sólo se suma y multiplica.
Ese es el secreto de los que no esconden el talento dado. Conocen las reglas de este universo espiritual. Nada se puede perder. (1) Todo se desarrolla, progresa e incrementa.
Pero, ¿Cómo multiplicar? El Maestro nos lo enseña con una lección práctica. Lucas recoge la “imposible” ecuación. Cinco panes, dos peces = cinco mil hombres + mujeres + niños. (Lucas 9:10-17)
Jesús la resuelve agradeciendo. O lo que es lo mismo: reconociendo la obra de Dios, la única realidad.
Mirando en la dirección correcta. No a los oscuros límites del mundo onírico de la existencia mortal.
Se multiplica cuando se ve correctamente.
Contemplar la Verdad, suscita la gratitud. La auténtica, no la que nace como respuesta educada y no sentida ante algo  que no se valora.
La gratitud, el reconocer, el saber ver lo que hay, es la fuente y el soporte de la provisión.
Por eso, acuñaría como recordatorio de nuestro patrimonio la frase siguiente:  “Sabemos lo que tenemos cuando agradecemos”.
Pero antes de teclear el punto final de esta reflexión compartiré el significado de  “patrimonio”. 
El diccionario nos informa: “lo dado por el padre”.
Y no lo olvidemos: nuestro padre es "el del cielo."
El Bautista afirmó: “Nada puede recibir el hombre, si no fuere dado del cielo”.(Juan 3:27)
Y el Cristo añadirá en palabras del maestro Jesús: “Todo lo mío es tuyo”.  
Luego... todo lo de Dios es nuestro.
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(1) Ver en numerosos pasajes de Ciencia y Salud. Como muestras: las páginas 302 y 360.   

EL ROSTRO DE DIOS


miércoles, 22 de febrero de 2017

¿A QUIÉN PREGUNTO?

Rescato este apunte reciente.
 "Le pregunté al médico y dice que me ve muy mal. 
Mi pareja, aunque disimula, sé que comparte el mismo parecer. 
Lo peor es que yo mismo creo que ya no tengo solución." 
Y después de un relato de síntomas que no consigo interrumpir, insiste en que le ayude.  
La despedida me deja rodeado de penosa desesperanza.  
Sólo han bastado cinco minutos de conversación para cubrir de oscuridad el horizonte. Enredado en una confusa impotencia me vuelvo a Dios. Y al poco llega el regalo de una sabia pregunta:
 "Y Tú, Padre, ¿cómo lo ves?"  
Y de inmediato me entra la luz a raudales de luminosa paz.
"...Nadie conoce al Hijo sino el Padre..." (Mateo 11:27)  
Y establecida la confianza en ese verdadero conocimiento, puedo cumplir ahora con la petición del amigo. No pretende sanar ni intento arreglar algo. Sólo reconozco en él, al aceptar la realidad del Cristo (Gálatas 3:26), su invariable condición de hijo de Dios .
Y todo, porque en el negro caos, se me indicó a quien preguntar.

¿CÓMO TENER FE?


Me gustaría saber cómo hacer para tener más fe en Dios. Envidio a los que la tienen sin el tormento de las dudas
Este párrafo de tu correo ha interrumpido mi rutina diaria. Porque tus deseos apuntan en una correcta dirección. El don de la fe es de máxima utilidad.
Y pienso que acabarás descubriéndolo en tu equipaje. 
Todo lo necesario ya nos ha sido dado. Y la fe, que es el reflejo de la visión de la Mente, es del todo indispensable para no ser confundido por las sombras.
Confieso que a veces, yo también me siento golpeado por las dudas. Son como gotas de barro que, de modo furtivo o de repente, nublan con su peso mi vista y me sumergen en oscuridades. Como dices "es una tortura".
Y ¿qué hago entonces?
Pues, razono, argumento, deseo (es una eficaz forma de oración)… Incluso  solicito ayuda a algún compañero.
Pero aun así no siempre levanto el vuelo, atrapada mi conciencia en un torbellino de teorías.
¿A qué acudo entonces?  
A lo que me resulta definitivo. A las huellas que el Amor, la Verdad y la Vida deja de continuo, momento a instante, en el entorno próximo o en la historia.
Como le ocurrió a María, la madre de Jesús, con el embarazo de Isabel, me estimula comprobar la acción de Dios en los demás. Esos  testimonios me certifican la Presencia de Dios. Y después de la tempestad, la dulce y productiva calma.
Pero puede que en tu caso, un último lamento  nuble y haga penosa la elevación de tu pensamiento. “Ellos sí, pero ¿y yo?”  Porque ninguna señal del Amor percibes en tu horizonte.
Hace días retomé la lectura de un libro. De pronto caí en la cuenta que ese capítulo ya lo había leído la semana anterior. Pero al releer fue cuando descubrí reconfortantes verdades en las que antes no había reparado. ¿Por qué?
Recordé que mi primera lectura la hice tentado por una preocupación que sólo al fin después de mucha lucha pude someter.
Acercarme al libro sin esa cortina temblorosa posibilitó que hallara todo un tesoro para mi práctica.
El recuerdo de Agar en el desierto se me hizo presente. Eso es lo que le sucedió cuando desesperaba de sed. Cuando se volvió a Dios, dio la espalda a la mente mortal, y entonces sintió al ángel (el pensamiento de la Mente) que le descubrió la fuente de agua. Un manantial que siempre había estado allí.
Para experimentar la presencia de Dios (que es la acción de la fe) es preciso actuar como Agar. Desatenderse de lo que no testimonia a Dios. Porque no se puede ver la luz con la mirada fija en las tinieblas.
Y descubriremos, conforme nos acostumbremos a esta nueva claridad, miles y miles de muestras de su benéfico y continuo abrazo.
Y podremos decir como los samaritanos: "Ya no creemos solamente por lo que has dicho, pues nosotros mismos hemos oído..." (Juan 4:42)



EL REGALO QUE NOS ESPERA


BALBUCEOS


Abba es el más bello balbuceo de esa lengua aramea que hablaron Jesús y los primeros cristianos.
El que expresa la perfecta relación de amor del bebé y su padre.
Esa cálida e indisoluble unión con lo divino sólo es sentida y gozada, cuando el hombre es capaz de llamar a Dios "Abba", "Papá". Como antes lo hizo el maestro Jesús.
Pero sólo cuando nos sintamos llamados "hijo", podremos balbucear esa sagrada palabra.
Y esto último no ocurrirá porque me haya ganado el título.
Nunca se consigue ser "hijo" por méritos de conducta o por decisión de la voluntad humana.
Simplemente es la estrecha relación natural establecida desde la eternidad.
Más aún.  Ni es "mi persona" la que dice "Papá". Sino el Espíritu que es en mí. (
Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: «¡Abba, Padre!» Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo. Gálatas 4:6-7) Sólo Él lo puede pronunciar.
Es cierto que puedo repetir "Abba" muchas veces. Pero de forma ritual no se experimenta la fibra de la paternidad divina.
Es como quien grita en el desierto, donde ni siquiera se recibe la respuesta del eco. (Parecemos estar ahí -en páramo desnudo-, cuando no se siente la cálida presencia de Dios. El sentimiento de la aparente soledad es el verdadero desierto)
"Papá" es sólo el eco de la palabra "hijo" que nos confiere la auténtica identidad.
Primero hay que ser consciente de que somos "abrazado" como hijos,  valorados por gracia, al ser la imagen y semejanza de Dios. Ser visto así desde la Mente, como el vivo retrato del que no sólo es Padre sino también Madre.
Nada extraño a lo divino puede entrar en esa firme, tierna y apretada intimidad. Ni pecados ni méritos. Sólo puede haber en esa expresión del Amor, el que es ese Amor mismo, expresándose.
Y por el toque del Espíritu despertaré a lo que soy. No una persona, sino Dios mismo expresándose eternamente. Porque sólo es "Mente infinita y su manifestación infinita". (
Ciencia y Salud 468: 11)
Siguiendo con Jesús advierto algo importante. El maestro de Nazaret aprende a decir "Papá" después del bautismo, cuando declara, con ese símbolo de conversión, la consagración de su existencia, después de sentirse llamado "hijo".
Antes hubo un adelanto cuando respondió a las inquietudes de José y María: "No sabíais que estaba en los asuntos de mi Padre" (Lucas 2:49)
Y ese aprendizaje constante es lo que le hace experimentar y proclamar luego: "El Padre y yo somos uno" (Juan 10:30)
Es un gran consuelo saber que igual sucederá con nosotros al seguir sus pasos.





martes, 21 de febrero de 2017

RECUERDOS

A veces me ayuda repasar lo que en otros momentos “escuché” y sentí como verdadero. 
Eso es el auténtico recordar: llevar de nuevo algo al corazón. (En latín cor, cordis, significa “corazón”, el órgano del pensar según los semitas). 
Hoy me repito lo siguiente:
Si fe es ver la Verdad sin dudar, el yo que pienso ser jamás ha creído
Por eso sólo me apoya en lo que conoce el "Yo soy”. 
Eso es lo que mueve montañas.
El objetivo definitivo del creer es reconocer que, lo sienta o no, el Amor está siempre actuando.
Y sin necesitar condición alguna para ello. 
Aceptar sin discusión que el Amor me está abrazando incluso cuando el pánico me paraliza la respiración.
Me digo "necesito más fe, más comprensión, más constancia, más amor...", cuando lo único necesario es agradecer (es decir, reconocer) y confiar sin pausa. 
Este es mi patrimonio eterno aunque en la oscuridad mortal se dificulte el sentimiento.

lunes, 20 de febrero de 2017

INCENDIEMOS LA NOCHE

Orar es atesorar claridad. 
Pero no basta con esporádicos y débiles vislumbres. 
Una centellita ilumina apenas un instante. 
Pero para un día perfecto y completo es un Sol lo que se necesita. 
Sin silenciosa escucha, la noche se eterniza.
Por eso, muy temprano, al amanecer, en silencio y confiada constancia, hay que incendiar la conciencia con la claridad de la Única Presencia, antes de dar un solo paso. 
Dejarnos llenar de la única y real totalidad del Espíritu, de la Vida, de la Armonía infinita... del Amor universal, incansable y gratuito.
Y así no sólo se ahuyentará la oscuridad. 
Nosotros mismos seremos luz y en ella rescataremos la armoniosa e infinita realidad.

EL MENSAJE DE LAS SEQUOIAS


El visitante estaba casi en trance. Las copas de las sequoias parecían acariciar el cielo.
La anchura de los troncos, inabarcable. El verdor de sus ramas, una confesión de juvenil y fresca lozanía.
Y surgió la pregunta.
 “¿Cómo pueden vivir tanto?”
Muchos conocen ya la respuesta del guardabosque.
 “¡Porque no dejan de crecer!”
Vivir es crecer.
Pero, ¿qué significa esto?
No se trata de añadir cada vez, algo más a lo que ya somos. Como si lo necesitáramos para completarnos.
Nada nos falta.
Somos sabios, bellos y perfectos, plenos de vida, felicidad, amor…infinitos.
Aunque nos veamos pequeños o deteriorados. Esto último por deficiente enfoque de la lente.
Una semilla es diminuta pero contiene todo el gigante que llamamos árbol.
En mi campo no hay sequoias, pero puedo contemplar parecidas maravillas con otras especies.
Desde la perspectiva mortal quizás sólo descubro el hueso del dátil. Pero la Mente ya ve la palmera.
La simiente no duda de la potencia que encierra su aparente pequeñez.
Y colocada en el terreno apropiado comienza a desplegar lo que hay dentro.
Anclados en esa caricatura de la eternidad que llamamos tiempo podemos desesperar. Contando las horas y los días, el cansancio se enseñorea al no
 apreciar ningún desarrollo.
Pero no hay que esperar. Sólo saber que primero habrá un brote tierno y verde. Y luego… sentiremos la sombra de sus palmas abanicando el viento.
Para vivir, es decir, gozar de la Vida, tengo que saber que ya y desde siempre soy perfecto.
No “mortificarme” (hacerme mortal)con la amargura de la duda o con la frustante incredulidad acerca de lo que en realidad soy ahora.
Aunque me vea poca cosa soy  la expresión de la grandeza infinita de Dios.   
Para crecer, que es vivir, no necesito el esfuerzo “personal”. Sólo empequeñecer  el idolillo del falso yo.
A medida que él disminuya -hasta la desaparición- se irá percibiendo la gloria de Dios, el único Yo del que somos imágenes.
Como se lee en el Evangelio de Juan: "Es necesario que él crezca, y que yo decrezca." (Juan 3:30)
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