Es muy importante crecer en autoestima espiritual.
Es decir, considerarnos como Dios nos considera y no bloquear en la conciencia lo que realmente somos con sentimientos de impotencia, limitación, fracaso, remordimientos o falsa y equivocada humildad.
Es decir, considerarnos como Dios nos considera y no bloquear en la conciencia lo que realmente somos con sentimientos de impotencia, limitación, fracaso, remordimientos o falsa y equivocada humildad.
Sentirnos pobrecitos, desgraciados, pecadores... es no vivir el primer mandamiento, la guía divina fundamental y suprema.
Por otra parte, sin autestima espiritual es imposible sanar ya que ese falso deficit de nuestro divino valor, nos establece en el yo mortal que nunca puede sanar a sí mismo ni a otros.
Por otra parte, sin autestima espiritual es imposible sanar ya que ese falso deficit de nuestro divino valor, nos establece en el yo mortal que nunca puede sanar a sí mismo ni a otros.
Dejad a un lado pensamientos parásitos de imperfección y recreémonos aunque sólo sea un ratito por día en lo que realmente somos SIEMPRE: la imagen y la manifestación de Dios.
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