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sábado, 29 de julio de 2017

¿LLEGAR "A TIEMPO"?


Me escribes: "Tengo mucho que memorizar."   Para acto seguido añadir  la preocupación: "Y, el tiempo es escaso".
Esa carencia es la que certifica el problema.
En el reino de la ilusión, son muy frecuentes esos "imposibles".  Como casar "mucho" y "escaso".
Es importante evitar ese irreal territorio.
Pero, ¿cómo distinguirlo?
Lo reconoceremos siempre que tropecemos con un límite. Porque la ley que rige el real reino, el de Dios no tiene barreras. Nunca constriñe.
Al contrario, nos establece en infinita expansión y en dominio libre y absoluto.
Pero en tu carta encadenas más preguntas.
¿Cómo llegar a tiempo? ¿Cómo concentrarme?
Si consideramos que nuestro cuerpo es material no extraña que esa ficción esté sometida a inflamaciones, dolores, mutilaciones…
Ser consciente de nuestra verdadera naturaleza es lo que asegura sentir la continuidad de la salud.
Admitir como nuestra realidad que vivimos en el tiempo es contradecir la verdad afirmada por Pablo: “En Dios vivimos…”
Es situarnos en un territorio mítico donde la Mente está ausente.
Pretender “llegar a tiempo” es enredarnos con la irrealidad y todas sus secuelas.
Vivimos en la eternidad, sin limitaciones. Donde nada es imperfecto. Donde  todo es “perfecto”. Es decir, donde todo ya está hecho. (1)
En el presente continuo de Dios, todo lo que debe ser, está equipado de todo lo necesario para que ya  esté siendo. Nunca falta oportunidad, habilidad…
Podemos hacernos un horario pero sabiendo que cada apartado de nuestra agenda no es un dogal que aprieta y estresa la acción. Sino un espacio flexible donde todo cabrá de una forma u otra.
Por eso es una sutil trampa pensar que hay una fecha tope y que no llegaré "a tiempo".
Si la mejoría de una creencia de enfermedad sólo se comprueba calibrando la los pensamientos, nuestra memorización no hay que comprobarla en un recuento de páginas estudiadas, sino en la convicción creciente, firme y estable de que mi única mente (no tengo otra) es la Mente.
Eso no resta consagración al estudio, pero sí lo libera de las erradas angustias de no llegar "a tiempo",
Sólo desconcentra el pensar erróneo acerca de la posibilidad de una actividad que no sea originada por el Padre.(2)
Siendo sólo “imágen” nunca hay que temer que los conocimientos no se queden en "mi" mente, sino saber que están siempre en la Mente, que es la mía.


 (1)  “Imperfecto” proviene del latín y significa “lo no terminado”. “Perfecto” por el contrario significa lo que ya está hecho. (2)   “El Hijo no puede hacer nada por sí mismo” Juan 5:19. "El Padre que está en mí es quien actúa". Juan 14:10.

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