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lunes, 22 de enero de 2018

RAZONANDO CORRECTAMENTE

Un silogismo es un argumento compuesto por tres frases y que sirve para encontrar o establecer racionalmente una verdad. 
La última frase o conclusión se deduce al relacionar las dos anteriores, llamadas premisas
Por ejemplo: Todos los perros son mamíferos. Canelo es un perro. Luego Canelo es un mamífero.
Ahora bien si no partimos de una primera premisa correcta el argumento fallará porque nunca llegaremos a la conclusión verdadera.
Por eso es tan importante que en la curación espiritual "por argumentos" la declaración inicial sea extremadamente correcta.
No puede estar contaminada por el error si queremos establecer la verdad. En ella no puede colocarse la más mínima desarmonía. Si pretendemos sacar a luz lo perfecto, la imperfección no puede ser el punto de partida del argumento. En la primera premisa e igual en la segunda todo ha de ser armonioso y espiritual. El Bien infinito y su manifestación infinita ha de colmar de sentido a las premisas de nuestro silogismo para que sea exitoso.
Nunca partamos de enfermedad o cualquier otra carencia de bien.
En caso contrario, eso sería lo que encontraríamos en la conclusión.
De ahí que debemos pensar con toda propiedad, y partir de conceptos bien claros y definidos acerca de la Verdad.
Nuestro pensar no puede estar motivado por una ilusión, sino por lo más real que siempre es Dios, contemplado como el Bien, el Amor, el Principio o ley absoluta, universal y ejecutable sin excepción, el Espíritu, la Vida, el Alma, la Verdad y la única Mente...
Pero nunca argumentemos u oremos desde la desarmonía, cualquiera fuera su clase.
La ilusión nunca puede ser lo que motive nuestro metafísico razonar.




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