SOLO HAY UNA MENTE

Sólo hay una mente.
Lo contrario es desvariar en esquizofrénica dualidad.
Aceptar que hay muchas mentes es contravenir el gran mandamiento:
"No tendrás otros dioses delante de mí" (Éxodo 20:3).
Y la causa de casi todos los males.
El origen de todos los sueños y pesadillas.
Y lo que al aceptar esta mítica mentira nos instala en el ilusorio universo de la nada.
Esta mañana alguien presa de ansiedad me pedía ayuda para tramitar asuntos importantes ante ciertas instancias oficiales.
Como a muchos le aterra la burocracia. 
Teme que como otras tantas veces, sus demandas naufraguen ante el funcionario de turno.
Mi respuesta al pedido ha surgido de lo profundo:
"Tu cita es con Dios. Vas a tramitar con Dios. Porque sólo es Dios y en la entrevista no habrá dos "imaginarias" personalidades, sino sólo Uno manifestándose a través de ti y del empleado gubernamental".
Porque como escribía Mary Baker Eddy: "El género humano se perfeccionará en la medida en que se evidencie ese hecho (UNA SOLA MENTE), cesarán las guerras y se establecerá la verdadera hermandad del hombre." (CyS 467:11-14). Y añade: "...si los mortales no pretendieran otra Mente ni aceptaran otra, no se conocería pecado" (CyS 469:20-21).
En realidad, sólo en el sueño, y perpetuándolo, es donde parece haber múltiples mentes.
Por eso para despertar a la armoniosa realidad hay que darle la espalda a ese tremendo error, padre de todas las contrariedades, y ser consciente que sólo Uno piensa, habla, escucha y hace,  a través de todas sus imágenes.