LA SUSTANCIA DE LA LEY

Pablo declara rotundo "Contra tales no hay ley" (Gálatas 5:21) 
Y precisa que "esas tales" son el amor, el gozo, la paz, la paciencia, el ser y ver sólo lo bueno, la fe, la mansedumbre, la templanza.
Eso constituye la ley.
Es decir, la única fuerza ejecutiva, sin oposición, ni resistencia.
Y contra ellas nada pueden el temor, el odio, la tristeza, la depresión, la angustiosa inquietud,la impaciencia y desespero, la inclinación al mal, la locura de ver sólo desarmonías, la desconfianza, la violencia, la ansiedad, el dolor, el desequilibrio...
Porque al no ser ley, carecen de causa, poder ni existencia.
Ni siquiera tienen la capacidad de alterar la conciencia de la Verdad con sus tentaciones ni sugestiones.
Y las "tales" a las que se refiere la carta a los Gálatas, al ser la sustancia de la ley ejercen su benéfico poder siempre, en toda circunstancia y sin excepción.