Cuando alguien viene a ti necesitando ayuda es un reconocimiento de parte de Dios.
Es un asegurar con absoluta firmeza, que posees (eso es mucho más que tener) todo lo que hace falta.
Es como el "dadles vosotros de comer" de Jesús a sus discípulos en el pasaje de la multitud con hambre.
Sólo hay que elevar la mirada.
Corregir la visión.
Reconocer la Verdad de la totalidad del Bien.
Ser consciente del Amor del Padre hacia todos y cada uno de sus hijos sin excepción. (También por "ese" que parece incurable o perdido ya sin remedio).
Y traducir ese "volver a conocer" por su correcto significado.
Que es agradecer con inmensa alegría y por adelantado lo que en este plano parece que todavía no es.
Pero que nunca dejó de ser la perfecta manifestación del Bien infinito.
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