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jueves, 12 de enero de 2017

EL PRIMER SALUDO

Leo que "el saludo al Sol" o conjunto de asanas yoguis favorece la relajación, la concentración y la elasticidad, siendo el amanecer la mejor hora para su práctica. 
Y eso me recuerda  la importancia de recibir el saludo de Dios, también al inicio del día. 
Él es el verdadero Sol, que viste de colorida alegría mi jornada. 
Volverme al centro de mí mismo, ser consciente de Su Presencia infinita, es mi primera asana, en la que actualizo la realidad de la unión. (La palabra "yoga" también significa "unión", además de esfuerzo). 
El saludo de Dios es sentir la verdadera intimidad. 
Es reconocer que estoy en el centro de la Armonía infinita y que el Amor está ocupando todo, siendo el único Principio o Ley que me rige y regirá. 
Esta primera mirada me revela que ni soy materia ni estoy en ella, y sí que el Espíritu se manifiesta a través de lo que realmente soy. 
Aceptar el saludo de Dios es estrenar Vida siempre nueva, porque hoy y siempre, sólo se puede esperar el Bien.
Tomar conciencia de la única Verdad, desde la Mente, que es mi mente, es mi verdadero despertar.

1 comentarios:

Edith Beatriz dijo...

Gracias querido, Profesor, por compartir la
Luz, que resplandece en medio de la oscuridad,que ilumina el camino y que disipa las tinieblas. Edith Rodriguez