Cómo nombre
reconozco que"científico cristiano" pueda resultar "extraño" y hasta algo confuso.
Pero intenta designar a
alguien que no duda
del mensaje de Jesús. Y por eso se propone demostrar en el día a
día, que el Maestro tenía palabras de vida eterna, obedeciendo con
humildad y confianza su mandato: “limpiad leprosos, sanad enfermos,
resucitar muertos, echad fuera demonios” (es decir, no aceptad lo
contrario a la Verdad y al Bien) Mateo 10:8
Es alguien que intenta ser seguidor del Cristo, que se toma muy en serio a
Jesús, al confiar plenamente en sus afirmaciones: “El
que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun
mayores hará…” Juan 14:12
Tras las huellas del
Maestro por excelencia, sería una radical contradicción para el científico cristiano, la
intolerancia, el juzgar o condenar a otros, el repartir credenciales de
buenos y de malos, o el tener acepción de personas. Por eso está
abierto a la Verdad siempre presente y es consciente que el Padre nunca
ve justos o pecadores, ortodoxos o herejes, adeptos religiosos, ateos o
agnósticos, sino sólo ve a todos como hijos. Y así como a
hermanos, el científico cristiano, ama y considera a todos. Tiene muy
presente que Amar (el principal mandamiento) es ver a todos y a cada uno
como nos ve Dios.
Por eso el científico
cristiano corrige así, de continuo, su visión de acuerdo con la primera
y eterna evaluación del Creador: Todo era (y por consiguiente “es”) muy
bueno.
El juzgar y su
inmediata consecuencia, el condenar, es la primera actitud errónea de
la que se bautiza a diario dejándose sacar por el Cristo la viga que
pudiera nublar la visión del hermano, apreciando motas en los ojos de
todos.
A ello le estimula la
Palabra de Vida de Jesús el Cristo y éstas que en 1906 dejo escritas
Mary Baker Eddy: "Un
Científico Cristiano genuino ama a protestantes y a
católicos, a doctores en teología y a doctores en medicina;
ama a todos los que aman a Dios, el bien; y ama a sus
enemigos. Se encontrará que, en lugar de oponerse, tal
persona está al servicio de los intereses tanto de la
facultad médica como del cristianismo, y ellos prosperan
juntos al aprender que el poder de la Mente es buena
voluntad para con los hombres. Al revelar así el metal noble
que hay en el carácter, el hierro en la naturaleza humana se
oxida y desaparece; la honradez y la justicia caracterizan
al que busca y encuentra la Ciencia Cristiana." La Primera Iglesia de Cristo, Científico y
Miscelánea 4:14-23
Siempre abierto a
todos, pero respetando el trabajo que el Espíritu continuamente hace
en el interior de cada cual. cf. Romanos 8:26-27
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