Si Dios es Todo. No hay más.
Sólo es el UNO.
Así que fallo, si pienso en el DOS.
Por supuesto que igual ocurre si considero el TRES,
CUATRO, CINCO…
Pero la “realidad del “dos” la tenemos muy asumida.
Incluso en nuestra práctica espiritual.
Pensamos en Dios como “Uno” y en mí como el “Otro”, como
alguien fuera pretendiendo alcanzar el Bien infinito, la Vida, Dios…
Y fuera del “Uno” que es Todo, sólo hay la Nada, el CERO.
Es decir, que así me sitúo en la Nada.
Por lo que no ha de sorprender que sólo consiga nada. Ni
extrañar porque mi avanzar pueda describirse como un lento y continuo
“adelante” y “atrás”.
“El Principio y su idea es uno, y ese uno es Dios, el
Ser omnipotente, omnisciente y omnipresente, y Su reflejo es el hombre y
el universo” (Ciencia y Salud 465:20)
La Sra. Eddy no dice que El Principio y su idea sean dos.
Y “hombre y universo” son los nombres de la manifestación de ese “uno”.
Reflejo no es una entidad sino una cualidad del Ser.
La descubridora de la Ciencia Cristiana confesará: “Pocas
personas comprenden lo que la Ciencia Cristiana da a entender con la
palabra reflejo”. (Ciencia y Salud 301:5)
A veces decimos: “Tengo que reflejar la Mente”.
Sin reparar en su equivocada pretensión.
Si el rayo solar pudiera hablar, nunca diría “Tengo que
reflejar el Sol”. Es el Sol el que lo hace. El rayo no tiene que pasar
de la oscuridad a la luz. Todo lo hace la estrella.
Sólo hay que ser consciente de la acción divina, de la
actividad del Uno. Que para nada me va empujando del mal al Bien, porque
sólo hay Perfección expresándose perpetuamente.
Para mí, el gran error no es creer en la materia, o en el
poder del mal…
Es considerarme “otro”.
Diferente del UNO y por tanto, distante casi siempre de
Todo lo que Él es: Amor, Vida, Verdad, Principio, Mente, Espíritu,
Mente, sustancia, infinitud, eternidad, sabiduría, justicia,
misericordia…
La solución única, exclusiva y definitiva es saberme Uno.
A ejemplo de Jesús: “El Padre y yo somos uno”. ( Juan 10:30)
Y habría que añadir “YA”. No hay que esperar, porque en
la eternidad todo es presente.
Y si pienso que debo ir mejorando uso una falsa
perspectiva.
Porque no se trata de perfeccionar a un inexistente “dos”
mortal, sino en experimentar la Verdad del Uno.Conocerme es contemplar al único YO, y en esa visión con
interminable gozo reconocerme.
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