"Tanto tiempo conmigo y no me conoces" (Juan 14:9)
Este amanecer me aplico las palabras de Jesús a Felipe.
"Tanto tiempo conmigo y todavía no me conozco".
Pero no me quedo en la queja.
Sino que en silencio dejo que Dios me hable de Él.
Porque siempre habla de Sí. Y así lo hace acerca de Todo.
Y también de mí.
Y el primer saludo refleja su estado de gozo.
Dios siempre está alegre.
Y me quedo ahí.
Comprendiendo que siendo Él, Amor eterno, esa condición es distintiva de la realidad.
Porque desde la tristeza no se puede amar.
Y si abro la puerta al miedo, se me ausenta la alegría.
Y dejo de ser, porque en Verdad, soy la manifestación de la alegría.
Y lo que la niegue no me pertenece.
domingo, 30 de julio de 2017
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1 comentarios:
En efecto, somos la
Alegría de la consciente idea del ser.
Gracias por recordarmelo.
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