Subscribe:

sábado, 25 de marzo de 2017

INVIRTIENDO EN LO PERMANENTE


La publicitada crisis económica empuja a la preocupación cuando no al miedo o incluso al pánico paralizador.
Los recursos monetarios se ven escasear. Sólo las deudas de las naciones y de los ciudadanos parecen crecer día a día.
La gente se pregunta con angustia ¿Cuánto dinero tengo?
Pero existe un error de base que ningún economista contempla.
La provisión del hombre ni depende de los negocios, ni de lo que se tiene en el banco. Tampoco de las nóminas o las pensiones.
La pregunta correcta sería esta otra: ¿Cuánto agradecimiento atesoro?
Porque las monedas sólo son un símbolo de nuestra cuenta de gratitud. ¿Es eso rentable? Acaso con un “gracias” se alcanza lo que creemos necesitar?
¿Tiene utilidad “agradecer” cuando apenas hay un par de panes y varios pececillos para alimentar millares de bocas hambrientas?
Sin embargo “agradecer” es reconocer la realidad que las sombras del miedo nos están ocultando. Y la realidad es lo infinito. "Todo es Mente infinita y su manifestación infinita, porque Dios es Todo-en-todo"(1)
“Te daré todo lo que ves” dice el Padre al patriarca Abraham.
Y en la práctica utilizamos sólo lo que vemos. Ya sea en luz o en oscuridad. Sólo disponemos de lo que reconocen nuestros ojos.
El llanto por su pobreza cegaba y retrasaba a los nómadas árabes el descubrir el petróleo enterrado en las "miserables" arenas del desierto.  Porque hace falta ver incluso a través de las lágrimas que lloran vaciedad y problemas.
Dios recomienda: “Alza tu mirada”, despégala de las tinieblas que sólo dibujan escasez, miseria o ruina.
Y Jesús acepta esa guía. Levanta sus ojos y demuestra abundancia hasta de sobras, donde antes acampaba la hambrienta debilidad.
“Todo lo mío es tuyo” sentencia el Padre de la parábola.
La inestabilidad de las divisas simula el movimiento de una noria. Lo que ayer subía, hoy se derrumba. La bolsa internacional se asemeja a un tiovivo de feria.
Pero nuestra provisión es Dios. El es nuestra sustancia y nuestra vida. El valor que nunca se devalúa. Siempre en alza, en lo alto. Por eso hay que captarlo elevando el pensar.
Así invierto en lo único seguro y permanente. El es nuestro patrimonio invariable. Porque sigue siendo verdad eterna que “para los que se apoyan en el Infinito sostenedor, el día de hoy está lleno de bendiciones”. (2)
No hay que esperar al mañana. El hoy ya está cargado con todas las ganancias.
Al creer en Dios y no en la miseria, aceptamos la Verdad de la Sustancia y la Vida infinitas y nos establecemos en la Provisión que es plenitud.
-------
(1) Ciencia y Salud, 468:11-12
(2) Ciencia y Salud, vii:1-2.


1 comentarios:

Unknown dijo...

Refrescante visión de la economía y las finanzas, muchas gracias Don José por tan clara y real aportación.