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martes, 20 de junio de 2017

LA VENTAJA DE LA BANDA ANCHA.

"Dios no me escucha"
La queja es frecuente. 
Estéril y errónea.
Porque no se trata de hacernos oír, sino de escuchar nosotros.
Las peticiones de los yoes ensordecen para sentir el regalo de la guía correcta.
Hay que sintonizar con la Mente en emisión continua.
Pero hay que conectarse en la forma debida.
Y la oración necesita de banda ancha.
Es decir, considerar que formamos parte del UNO que incluye a Dios y a todos.
Hablar o escuchar en singular no funciona.
Por eso Jesús decía "Padre NUESTRO".
Usemos la frecuencia que incluya más y más el Todo.
Así se neutralizan las paralizantes interferencias del yo, y se permite el regalo de la mejor ymás clara percepción.


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