Experimentar la felicidad no es complicado.
No hace falta mucho ruido ni explosión de colores.
Es un volverse sereno y confiado a la realidad acerca de todo. sin excluir lo más pequeño.
Es ser consciente de lo que en verdad está ocurriendo ahora, aquí, siempre y en el Todo.
Porque la fiesta no es cosa de un día.
Aunque la miopía de los sentidos registren fantasías inexistentes que nunca fueron ni serán.
La felicidad no hay que inventarla.
Sólo aceptarla.
viernes, 30 de junio de 2017
APRECIANDO LA MEJORÍA
El problema ya es error.
La solución siempre es la Verdad.
Las discordias, los dolores, las enfermedades, las limitaciones, las carencias... el mal en definitiva, sólo se dan en el campo de la materia. Sólo se aprecian en ese escenario virtual de un supuesto pensar separado y distinto de la única Mente.
Y cuando reconocemos que lo que parece agredir nuestra armonía, es algo irreal, entonces pisamos el camino correcto. Pero hay que continuar sin desvíos.
No obstante, con frecuencia enlentecemos el proceso de regresar a la luz y disfrutar del bien.
Decimos "Estoy haciendo lo correcto y sin embargo no aprecio mejoría".
De hecho, ¿qué es lo que estamos haciendo?
Retornar una vez más al territorio de los "espectros". Hemos vuelto a mirar la ilusión tentadora. Como la mujer de Lot que desobedece al mandato salvador, miramos hacia atrás en lugar de fijar nuestros ojos sólo al Bien y ser así sanos. (Ver Isaías 45:22)
No es una herida en el cuerpo lo que se ha de cicatrizar, o una masa tumoral la que ha de desaparecer. Sólo es un pensar lo que hay que cambiar. Es una mentalidad la que hay que espiritualizar o mejorar.
Investigamos donde no está la información.
La solución siempre es la Verdad.
Las discordias, los dolores, las enfermedades, las limitaciones, las carencias... el mal en definitiva, sólo se dan en el campo de la materia. Sólo se aprecian en ese escenario virtual de un supuesto pensar separado y distinto de la única Mente.
Y cuando reconocemos que lo que parece agredir nuestra armonía, es algo irreal, entonces pisamos el camino correcto. Pero hay que continuar sin desvíos.
No obstante, con frecuencia enlentecemos el proceso de regresar a la luz y disfrutar del bien.
Decimos "Estoy haciendo lo correcto y sin embargo no aprecio mejoría".
De hecho, ¿qué es lo que estamos haciendo?
Retornar una vez más al territorio de los "espectros". Hemos vuelto a mirar la ilusión tentadora. Como la mujer de Lot que desobedece al mandato salvador, miramos hacia atrás en lugar de fijar nuestros ojos sólo al Bien y ser así sanos. (Ver Isaías 45:22)
No es una herida en el cuerpo lo que se ha de cicatrizar, o una masa tumoral la que ha de desaparecer. Sólo es un pensar lo que hay que cambiar. Es una mentalidad la que hay que espiritualizar o mejorar.
Investigamos donde no está la información.
Es como si quisiéramos corregir una
proyección, manipulando lo aparecido en la pantalla. Nuestra intención fue
exponer ante nuestros amigos una imagen tropical captada en un viaje de
vacaciones. Y lo que aparece ante los ojos de todos es un árido desierto. ¿Qué
ha ocurrido? ¿Qué podemos hacer? Nada se puede cambiar en el blanco de la
pantalla. Ni siquiera podemos colorear con un poco de verde brillante y húmedo
el paisaje que hiere de sequedad nuestra vista. Todo esfuerzo es vano.
¿Cuál es la única solución? La más
fácil. Y comienza cuando comprendemos qué en la pantalla no están las
posibilidades, la vida, la inteligencia, el ser de nada. Entonces descubrimos
que lo único que se precisa es cambiar la diapositiva de nuestro proyector.
Y, ¡oh maravilla!, la explosión de
colores de nuestro paisaje tropical está intacto, nunca fue dañado. Ni por un
segundo fue un desierto.
¿Dónde ver la mejoría?
Jamás en la pantalla de la existencia.
En ella sólo hay sitio para la ineficacia. Lo que se consiga en absoluto es
fiable. La vida, la verdad, la sustancia y la inteligencia están en otra parte.
(Ver Ciencia y Salud 468:10-11)
Cualquiera sea el caso, mejora en la
medida que nuestros pensamientos van cambiando.
¿Reconozco con mayor convicción que
"no hay otro poder delante de Mí?" (Ver Éxodo 20:3) Entonces el desierto que aparecía vacío de vida, se
convierte en un hervidero de infinita, colorida y alegre vitalidad.
jueves, 29 de junio de 2017
¿DEMASIADOS LOCOS?
Cubierta la cabeza con un bicornio de papel y con la mano guardada en el pecho.
Esa es la imagen más plástica y difundida del loco.
Por lo que popularmente se le conoce como aquel que se cree otro distinto de quien es.
Y las alucinaciones o visiones deformadas de la realidad son entre otras muchas, las manifestaciones que se le atribuyen al que ha perdido la razón.
Eso me explica que estemos tan inmersos en hipnosis personales y colectivas los que no conseguimos identificarnos como las imágenes de Dios y sí lo hacemos como "yoes" separados y con muchas limitaciones que superar.
Recobremos la cordura (de cor, cordis =corazón = el órgano del pensamiento para los pensamientos).
Guiémonos sólo con el pensar que nos es propio, el de Dios.
Esa es la imagen más plástica y difundida del loco.
Por lo que popularmente se le conoce como aquel que se cree otro distinto de quien es.
Y las alucinaciones o visiones deformadas de la realidad son entre otras muchas, las manifestaciones que se le atribuyen al que ha perdido la razón.
Eso me explica que estemos tan inmersos en hipnosis personales y colectivas los que no conseguimos identificarnos como las imágenes de Dios y sí lo hacemos como "yoes" separados y con muchas limitaciones que superar.
Recobremos la cordura (de cor, cordis =corazón = el órgano del pensamiento para los pensamientos).
Guiémonos sólo con el pensar que nos es propio, el de Dios.
NADA ES INSIGNIFICANTE
Ni poco, ni escaso...
Todo es mucho, abundante y dotado de pleno significado.
Todo lo que vemos es signo, señal, de lo infinito.
Nunca podemos declararnos indigentes, faltos del bien necesario.
Porque siempre tenemos un algo que, independiente de su medida, manifiesta el ámbito perfecto de las ideas.
Poco importa el tamaño de la llave, si abre la puerta.
Lo que perciben los sentidos es puente para la Casa del Padre donde nunca hay carencia.
Por eso nunca menospreciemos lo que vemos. Nada es insignificante.
Como nos lo enseña el relato de Eliseo y la viuda. A diario me nutre de inspiración.
¡Cuánto vacío puede rellenar una botella de aceite!
Cuando las sugestiones de ruina económica, física o de cualquier clase amenazan, el Glosario de Mary Baker Eddy aporta liberación.
Ella traduce:
Aceite: consagración, caridad, dulzura, oración, inspiración celestial. (Ciencia y Salud 592:25)
Con todo esto se pueden colmar todos los vacíos. No sólo el nuestro sino el de todos nuestros vecinos.
El metafísico, el que obedece la profecía, sabe que esas son las armas para disolver todas las dolorosas apariencias de mal.
¡Qué poder el de la dulzura!
¡Qué poderosas palancas son la oración y la inspiración divina!
¡Qué seguro triunfo el del amor!
Vivir entregado a ello, es decir, consagrado, es la llave del éxito cierto.
Nada más necesitamos. Aunque nuestro "aceite" nos parezca escaso para tanto problema.
Si descubrimos que lo visible -grande o pequeño- sólo es signo del infinito invisible, lo daremos sin miedo a perder. Porque comprendemos que en nuestra botellita de aceite (de nuestra oración amorosa e inspirada) siempre habrá para colmar toda necesidad propia y ajena.
Todo es mucho, abundante y dotado de pleno significado.
Todo lo que vemos es signo, señal, de lo infinito.
Nunca podemos declararnos indigentes, faltos del bien necesario.
Porque siempre tenemos un algo que, independiente de su medida, manifiesta el ámbito perfecto de las ideas.
Poco importa el tamaño de la llave, si abre la puerta.
Lo que perciben los sentidos es puente para la Casa del Padre donde nunca hay carencia.
Por eso nunca menospreciemos lo que vemos. Nada es insignificante.
Como nos lo enseña el relato de Eliseo y la viuda. A diario me nutre de inspiración.
¡Cuánto vacío puede rellenar una botella de aceite!
Cuando las sugestiones de ruina económica, física o de cualquier clase amenazan, el Glosario de Mary Baker Eddy aporta liberación.
Ella traduce:
Aceite: consagración, caridad, dulzura, oración, inspiración celestial. (Ciencia y Salud 592:25)
Con todo esto se pueden colmar todos los vacíos. No sólo el nuestro sino el de todos nuestros vecinos.
El metafísico, el que obedece la profecía, sabe que esas son las armas para disolver todas las dolorosas apariencias de mal.
¡Qué poder el de la dulzura!
¡Qué poderosas palancas son la oración y la inspiración divina!
¡Qué seguro triunfo el del amor!
Vivir entregado a ello, es decir, consagrado, es la llave del éxito cierto.
Nada más necesitamos. Aunque nuestro "aceite" nos parezca escaso para tanto problema.
Si descubrimos que lo visible -grande o pequeño- sólo es signo del infinito invisible, lo daremos sin miedo a perder. Porque comprendemos que en nuestra botellita de aceite (de nuestra oración amorosa e inspirada) siempre habrá para colmar toda necesidad propia y ajena.
miércoles, 28 de junio de 2017
AGUA PARA APAGAR FUEGOS
Este tiempo amenaza con calcinar la península ibérica. Los incendios son noticias diarias.
Y en mi caso se convierten en invitación para orar.
La silenciosa escucha de esta mañana me ha traído mucha inspiración.
Para apagar un fuego no basta con una brigada de bomberos.
El agua es lo más necesario.
Y a más agresividad de las llamas, mayor persistencia en inundar el terreno.
En esos casos nadie hace algo con lamentaciones o valor temerario si no dispone de agua en cantidad.
Y esto me traslada a las peticiones de ayudas cada vez más numerosas e insistentes para tratar graves apariencias de mal.
Enfrentarme a pecho descubierto sin más, aunque sea a la más pequeña infección de verano, es estéril iniciativa.
Ciencia y Salud nos recuerda cómo apagar esas otras amenazas, vertiendo en la mente mortal "la verdad mediante inundaciones de Amor". La armonía "no se logra sobre ninguna otra base" (201:17-20)
Sin el conocimiento de lo que es Real nada se puede hacer. Es correr hacia la propia derrota. Es loco suicidio.
¿Cómo puedo adquirir esa absoluta convicción respecto a la Verdad?
Con el radical compromiso de mantener solo la totalidad del Bien todopoderoso como única Verdad.
Permitir el acompañamiento de otras ideas, por muy "inocentes" que parezcan, es como acceder a la zona de incendios con cisternas ayunas de agua.
Y en mi caso se convierten en invitación para orar.
La silenciosa escucha de esta mañana me ha traído mucha inspiración.
Para apagar un fuego no basta con una brigada de bomberos.
El agua es lo más necesario.
Y a más agresividad de las llamas, mayor persistencia en inundar el terreno.
En esos casos nadie hace algo con lamentaciones o valor temerario si no dispone de agua en cantidad.
Y esto me traslada a las peticiones de ayudas cada vez más numerosas e insistentes para tratar graves apariencias de mal.
Enfrentarme a pecho descubierto sin más, aunque sea a la más pequeña infección de verano, es estéril iniciativa.
Ciencia y Salud nos recuerda cómo apagar esas otras amenazas, vertiendo en la mente mortal "la verdad mediante inundaciones de Amor". La armonía "no se logra sobre ninguna otra base" (201:17-20)
Sin el conocimiento de lo que es Real nada se puede hacer. Es correr hacia la propia derrota. Es loco suicidio.
¿Cómo puedo adquirir esa absoluta convicción respecto a la Verdad?
Con el radical compromiso de mantener solo la totalidad del Bien todopoderoso como única Verdad.
Permitir el acompañamiento de otras ideas, por muy "inocentes" que parezcan, es como acceder a la zona de incendios con cisternas ayunas de agua.
PARA CALMAR TEMPESTADES (Enfrentando "el magnetismo animal")
Secuestros, asesinatos, actos
terroristas, genocidios, hambrunas, epidemias, corrupción económica y política,
terremotos que convierten pueblos conocidos en sepulturas anónimas, crisis
financieras, desempleos... Son las noticias habituales de los informativos
escritos, radiales o televisivos.
Parece que la humanidad navegara por
un mar erizado de cotidianas amenazas.
Ante este paisaje son muchos los que
arrían la bandera de la esperanza, impotentes y casi extenuados para clamar
socorro.
Otros, la gran mayoría, son
inconscientes de ese escenario, no porque lo hayan abandonado sino porque
lo prefieren ignorar.
Estas imágenes me traen otra empapada
de consoladora inspiración.
Es Jesús dormido en la barca y en
medio de la tempestad. Mientras el sueño le hace ajeno a esas circunstancias,
los lamentos de los compañeros son inútiles. Sólo gritos de desesperación.
Después, cuando el pánico de sus
amigos consiguen despertarle, él no se suma al coro del pánico. Lo que sus
sentidos físicos le informan no coincide con lo conocido e inmutable:
"Todo es siempre, Vida, Armonía, y su manifestación infinita aquí y
ahora." Discierne con la ayuda del Cristo, de la Verdad sempiterna y
avienta la aparatosa ilusión de peligro.
Esta escena nos la contaron los
evangelios hace casi veinte siglos, pero hoy ilustra de modo luminoso mi diario
navegar.
El practicante de la Ciencia del
Cristo permanece todavía en el mar del mundo. Todavía no está en la tierra
firme de lo absoluto.
Durante la actual singladura puede
optar por tres actitudes.
La del temor, hipnotizado por los
espejismos.
La de la falsa tranquilidad ante todo,
producida por una positiva e irreal autosugestión.
O enfrentarse con el cuadro de
horrores con la luz de la Verdad asumida como una conciencia.
Esa es la que tomó el Maestro y otros
muchos que le precedieron o le siguieron.
Este pasaje me enseña lo siguiente.
Con frecuencia, sin haber pisado
todavía la arena de la playa de lo Absoluto, me entrego irresponsable a la
falsa calma del que duerme en una barca zarandeada peligrosamente.
Las llamadas de los prójimos, y el
clamor de "mis" propias dolorosas creencias, son "hasta
necesarios" despertadores para que dejando actuar al Cristo pacifique
"los elementos".
Para que el practicista que debo ser,
y que tiene como misión despertar, despierte a los que acuden a mí, he de ser
previamente despertado al universo real. Y para eso, el paso previo y frecuente
en este remar por la existencia, suele ser las peticiones de ayuda de los que
van en la misma barca.
Ante la mentirosa amenaza es tan
peligroso dormir como llorar.
Por eso, hoy aprovecho para agradecer
a todos los que me seguís despertando con vuestras "creencias", para
que yo sea a todas horas despertador.
martes, 27 de junio de 2017
LA PRÁCTICA EQUIVOCADA
Lo más frecuente es ir del problema a la solución.
Una práctica equivocada.
Un trabajo de Sísifo. Inútil, además de imposible.
Porque pretender partir de la nada es no salir nunca de lo inexistente.
Lo práctico es ser consciente de la realidad.
Y así la solución que es lo único real, al iluminar la conciencia disuelve el problema.
Para llegar en Metafísica (que es lo verdadero), el punto de partida siempre es la meta. Porque hay que "empezar bien para terminar bien" (cf. CyS 262:31).
Es decir, sólo se puede iniciar el camino desde el Bien para estar y alcanzar el Bien.
De acuerdo a lo que dice Ciencia y Salud "“La perfección se consigue sólo con la perfección” (290:23)
Una práctica equivocada.
Un trabajo de Sísifo. Inútil, además de imposible.
Porque pretender partir de la nada es no salir nunca de lo inexistente.
Lo práctico es ser consciente de la realidad.
Y así la solución que es lo único real, al iluminar la conciencia disuelve el problema.
Para llegar en Metafísica (que es lo verdadero), el punto de partida siempre es la meta. Porque hay que "empezar bien para terminar bien" (cf. CyS 262:31).
Es decir, sólo se puede iniciar el camino desde el Bien para estar y alcanzar el Bien.
De acuerdo a lo que dice Ciencia y Salud "“La perfección se consigue sólo con la perfección” (290:23)
HACERSE EL SORDO... PARA PODER ESCUCHAR
Todos nuestros problemas están motivados por un creer en la
carencia de algo. De salud, de éxito profesional, de conocimientos, de
seguridad, de provisión, tiempo, de habilidades o cualidades como simpatía,
belleza…
Y así, en la práctica, por muy creyentes que nos definamos,
estamos declarando contra la totalidad de Dios infinito y perfecto.
Fomenta todo esto el pensar del mundo. Escucharlo a diario
es mantener viva la amenaza. Las noticias y conversaciones sobre enfermedades,
epidemias, crisis de familia, desgracias, accidentes, paro, hambrunas,
corrupción, violencia… cercan nuestra divina inmunidad reduciéndola a una
situación angustiosa.
Atender a lo que se dice, se hace y se ve en el mundo, nos
recluye en un espacio limitado donde nuestra identidad como reflejo de lo
infinito se experimenta ahogada.
¿Qué hacer?
Recuerdo el relato de cierta competición juvenil.
Se trataba de escalar una cima en tiempo prefijado. Era muy
escarpada.
Los espectadores medían las posibilidades y no se contenían
en gritar sus opiniones: “Es imposible”. “No hay tiempo suficiente”. “Es una
empresa sobrehumana”…
Poco a poco, los participantes comenzaron a darles la razón
al abandonar la prueba, uno tras otro.
Al final, sólo una joven coronó la cima. Cuando descendió
para recibir su trofeo, los periodistas la cercaron de cuestiones.
“¿Pensó en abandonar?” “¿Ha sido muy duro?”
“Cómo lo ha conseguido”…
Preguntas que no conseguían respuestas. Y así durante unos
minutos.
Hasta que finalmente ella se llevó ambas manos a sus oídos y
extrayendo unos tapones se excusó con una sonrisa: “Disculpen, pero así no les
oía”.
Aquí está la clave del triunfo de la competición y de todo.
No oír, ni atender al griterío de las evidencias materiales.
Ser sordo a lo de fuera, para retirado al interior, escuchar los mensajes de
vida que vienen siempre de nuestra Mente.
Como aconsejaba Jesús:
”Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la
puerta y ora a tu Padre que está en lo íntimo”.(Mateo 6:6)lunes, 26 de junio de 2017
MÁS ALLÁ DE LOS PERSONAJES
-¿Por qué tantos libros sobre Felipe II?
-Me acaban de presentar a un chico. Y me gusta mucho. Hace de ese rey en una serie. Esta es la razón de mi nuevo interés.
-Y no sería más práctico conocerlo a él y no el personaje que interpreta.
La actitud anterior no es tan ajena y tan ajena.
Comenzando por uno mismo, dejamos a un lado el verdadero conocimiento de quienes somos.
Y nos dedicamos a estudiar a los personajes que la mente mortal ha creado en pobrísima fantasía y que velan nuestra verdadera identidad.
Por eso, hoy abandono el considerarme hijo de José y Victoria, nacido andaluz y residente en un pueblito del Sur de España...
Sólo tendré en cuenta que soy la imagen y reflejo de Dios.
En esa única realidad profundizaré y no en personajes ni en sus historias de ficción.
-Me acaban de presentar a un chico. Y me gusta mucho. Hace de ese rey en una serie. Esta es la razón de mi nuevo interés.
-Y no sería más práctico conocerlo a él y no el personaje que interpreta.
La actitud anterior no es tan ajena y tan ajena.
Comenzando por uno mismo, dejamos a un lado el verdadero conocimiento de quienes somos.
Y nos dedicamos a estudiar a los personajes que la mente mortal ha creado en pobrísima fantasía y que velan nuestra verdadera identidad.
Por eso, hoy abandono el considerarme hijo de José y Victoria, nacido andaluz y residente en un pueblito del Sur de España...
Sólo tendré en cuenta que soy la imagen y reflejo de Dios.
En esa única realidad profundizaré y no en personajes ni en sus historias de ficción.
TENER Y VER
Era un
atardecer de invierno.
Y yo muy
niño. Quizás tres o cuatro años.
Estaba
con mi caja de botones. Mi juguete preferido. Unos de nácar, otros
dorados, de madera, forrados…
Yo los
ordenaba por tamaños y colores.
Mi madre
cosía a mi lado. La lámpara del techo guiñaba.
De
repente la luz se fue. Y comencé a llorar.
-Pepín,
no tengas miedo. Es sólo un apagón. (Entonces eran
frecuentes)
A lo que
repliqué: No es por eso, mamá.
-Si no
estás asustado. ¿Por qué ese gimoteo?
-Porque
no veo mis botones.
-¡
Tontito! Aunque ahora no los ves, los sigues teniendo.
Y hoy,
muchas décadas después lo he recordado. Cuando me hablabas de tus
carencias.
Esas que
te mantienen hundido en depresión.
Y yo te
escuchaba negando.
Porque
siempre tienes todo lo que crees necesitar.
De
seguido te recordé la frase enigmática: “Al que tiene se le dará y al
que no tiene, incluso lo poquito que pueda tener se le arrebatará” (Mateo 25: 29 "Porque a todo el que tiene, más se le dará, y tendrá en abundancia; pero en cuanto al que no tiene, hasta lo que tiene le será quitado").
Grave
error la creencia de estar falto de bien, cuando se es el reflejo de
Todo. Como en realidad somos.
Tenemos
todo lo sanamente deseable. Por muy imposible que parezca su obtención.
Tenemos
todo. Sólo que no lo vemos.
No hay
que confundir “tener” y “ver”.
Porque se
puede tener “los botones” sin verlos.
Es
pensar su carencia lo que impide el gozo de su visión.
Y es
“saber” que se posee por reflejo del Infinito Bien, lo que posibilita su
feliz contemplación.
No lo
olvidemos. Podemos decir “No los veo”.
Pero
nunca afirmemos “No los tengo”.
Sino todo
lo contrario.
domingo, 25 de junio de 2017
EN LO ÍNTIMO DE LAS PALABRAS
Consideremos lo íntimo de las palabras.
No nos quedemos en los significado superficiales.
Alguna vez
hemos leído "expiar un pecado" o "expiando por su crimen”.
Y el primer caso lo habremos traducido mentalmente como "borrar una
falta". Y con la segunda expresión entendimos que "alguien estaba
purgando con sufrimientos sus errores".
Pero, ¿qué
significa en verdad "expiación"? ¿Incluye necesariamente la idea de
sufrimiento?
Expiación
es una palabra compuesta de "ex" y "piación". Ex
significa sacar hacia fuera, manifestar. Y "-piación" proviene de "pio". Es la cualidad del piadoso, del que está lleno de la
"pietas", la virtud o forma amorosa de relación entre los miembros
de la familia, especialmente los padres y sus hijos.
Por lo que
la expiación es manifestar la íntima unión de Dios
(Padre-Madre) y el hombre, su hijo.
Otra palabra
que conviene iluminar con la ayuda de la etimología es
"reconciliación". Fácilmente deducimos que viene de
reconciliar. Donde "re" (volver a) y conciliar (poner de
acuerdo), nos indican “volver a poner de acuerdo”.
Pero ¿qué
significado encierra este último vocablo?
Acordar
es "tener un mismo corazón". Y ya sabemos que para los judíos se
piensa no con la cabeza sino con el corazón.
Por tanto, la
reconciliación es la acción por la que podemos tener otra
vez el mismo pensar o Mente.
Esto es lo
que hacen Jesús y la Ciencia por
él predicada y vivida, y descubierta
por la Sra. Eddy. El Cristo, que el Maestro manifestó, nos hace ser conscientes de
nuestra indisoluble unión con el único Ser, Dios.
AL TIEMPO LE SIENTA BIEN EL PARÉNTESIS
Hace
unos días recordaba el obstáculo desanimador que le opusieron a Jesús
cuando fue al sepulcro de su amigo Lázaro.
“Huele
mal porque hace cuatro días que murió”.
Pero el
Maestro no se detuvo. El Cristo puso entre paréntesis el dato temporal.
Sacó el evento de los límites de esa ilusión que llamamos tiempo y en la
que creemos existir. Evito el verbo “vivir”, porque en esa dimensión
finita que miden los relojes y los calendarios nunca se vive, sólo se
duermen sueños o pesadillas.
Y el "muerto" salió
a la luz, sin más impedimento que el sudario con el que le habían
amortajado "para siempre".
Oré
acerca de ese breve diálogo y su festiva consecuencia.
Lo hice
con profunda convicción, a pesar del martilleo de las noticias de
desesperanza.
Los
medios informativos españoles justificaron la retirada al cuarto día de
nuestros bomberos con titulares como éste “Después de 96 horas de la
catástrofe, imposible encontrar vida bajo los escombros. Continuar es
inútil”.
Y como tantos otros,
continué orando, aceptando el mensaje del Espíritu.
Y día a
día la Vida fue rompiendo los cálculos mortales.
Bebés,
jóvenes, ancianos fueron rescatados al quinto día, al sexto, al décimo…,
incluso hoy, dos semanas después.
Mientras se busca,
se encuentra. Lo inútil es no buscar.
Y
los
alegres hallazgos se sucedieron como la plantita que rompe con su
colorida y fresca pincelada el cemento del camino.
A la
Vida no la detiene ni la roca que clausura el sepulcro. Ella es lo ilimitado. Pero sólo se disfruta en el pensamiento sin fronteras.
El
límite siempre es muerte. Pero nunca se sitúa en la realidad.
El
tiempo es la muralla asfixiante del trabajo, del ocio, del aprendizaje,
del desarrollo….
Por eso,
para que la Vida se manifieste aun a través de la aplastante tragedia,
lo mejor es colocar al tiempo dentro de los corchetes de un paréntesis.
sábado, 24 de junio de 2017
PARA CADA MAÑANA
En mi pueblo hay una fuente con doce
caños.
Si tuviera que cortar el agua a todos
los orificios ¿los cerraría uno a uno?
¿O cortaría tan solo la entrada
general del suministro?
La respuesta es obvia.
Cada despertar nos encontramos con
múltiples urgencias que “solucionar”: mundiales, próximos y propias.
¿A cual acudo?
¿Qué hacer?
¿Existe algo que esté
fuera de Dios, que no sea su obra, que no tenga por misión reflejarlo?
Todo tiene un común y divino origen. No
hay otro.
Por eso para despejar la atmósfera hipnótica
con la que me saluda la mañana lo práctico es primero volverme a Dios.
Sentirme
sostenido en el Espíritu, sin peso de materia. Reconocer sólo un Principio de
Bien y Orden, Sumergirme en la Vida de eterna armonía. Pensar los pensamientos
de la Mente. Llenarme con el bello colorido del Alma. Exorcizar la presencia de
cualquier miedo en el abrazo del Amor. Y comenzar libre mi andadura diaria, despierto a solo la Verdad.
NO TENDRÁS OTROS DIOSES
Frente al mandamiento fundamental,
quizás algunos piensen en “becerros de oro”, en divinidades extranjeras
sedientas de sangre o en ídolos primitivos de prehistóricas culturas.
Puede que otros interpreten “dioses” por “poderes” y así entiendan que
no hay que apoyarse en el dinero, en el prestigio, en lo que da placer y
en otros objetos de deseo.
No tener otros dioses también es
igual a no adorar nada fuera de Dios. Es decir (ad-orar) no “escuchar”
(orar) en otra dirección (ad). Es no tener más guía, realidad o soporte
que Dios. No considerar la existencia o entidad de nadie más, distinto
a Dios.
Pero el mandamiento ahonda más.
Podemos haber dado la espalda a todos los dioses y conservar el que nos
aparta más de la Verdad.
¿Cuál? La “persona” que creemos
ser. Y se puede argumentar: “Pero yo no me considero separado de
Dios”. “Yo me siento unido a Dios”.
La cuestión no es unir dos
entidades diferentes: Dios y lo que llamamos “yo”. Es no considerarnos
un “yo” sino la expresión individual del Yo soy quien soy.
Somos la imagen de Dios no una
persona distinta. Pero ¡qué fácil es convertir el éidolon griego
(imagen) en un nuevo y más destructor “ídolo”.
Por eso la Ciencia Cristiana se
distingue por su insistencia en lo impersonal.
No existe ninguna personalidad o
“yo”. Sólo Dios expresándose.
La personalidad es el mentiroso
disfraz de limitaciones con que el filtro de la mente mortal pretende
revestir cada individual manifestación de Dios, presentándola como
separada y como otro “Yo” o “ídolo”. Es la máscara con que el individuo
se disfrazaba para representar un papel, una ficción, en el teatro. Y de
tanto “vivir” lo que no se es, uno puede llegar a confundirse sobre su
verdadera identidad.
Somos imágenes, reflejos, pero no
“ídolos”.
NO TENDRÁS OTROS DIOSES nos lleva a
reconocer la totalidad y unicidad de Dios a la vez que nos reconcilia
con lo que somos.
Todo esto me trae dos conclusiones
a cual más práctica:
1º No nos equivoquemos.
"Relacionarse" no es tratar con personas, sino reconocer a Dios en cada
manifestación individual.
2º En la llamada “curación
espiritual no hay personalidad a tratar, sino un único Dios perfecto a
quien, con gozo, descubrir.
viernes, 23 de junio de 2017
NUNCA ESTAMOS FUERA. SIEMPRE ESTAMOS DENTRO.
"Es horrible, caigo mucho".
Me repetía alguien con apenado desespero.
"Propongo estar alerta... y a la primera de cambio todo se me viene abajo".
Y me hace la pregunta equivocada.
"¿Por qué no consigo dejar el error? ¿Qué hago mal?"
Y mientras yo pienso en el fundamento de su queja.
No es otro que creer que fuera de Dios hay algo más.
Llámese error, pecado, enfermedad, miseria o muerte.
Por eso le pregunto a mi vez.
"Aparte de la infinitud de Dios ¿hay algún otro lugar donde caer?"
Y adelanto la respuesta.
Mi gran consuelo es que siempre que caemos, lo hacemos en los brazos de Dios.
No hubo réplica. Pero el rostro de mi amiga pareció haberse bañado en paz.
Me repetía alguien con apenado desespero.
"Propongo estar alerta... y a la primera de cambio todo se me viene abajo".
Y me hace la pregunta equivocada.
"¿Por qué no consigo dejar el error? ¿Qué hago mal?"
Y mientras yo pienso en el fundamento de su queja.
No es otro que creer que fuera de Dios hay algo más.
Llámese error, pecado, enfermedad, miseria o muerte.
Por eso le pregunto a mi vez.
"Aparte de la infinitud de Dios ¿hay algún otro lugar donde caer?"
Y adelanto la respuesta.
Mi gran consuelo es que siempre que caemos, lo hacemos en los brazos de Dios.
No hubo réplica. Pero el rostro de mi amiga pareció haberse bañado en paz.
CON DIOS NO HAY FUTURO
Con Dios no hay futuro. No intento
desalentar con la frase. Ni es una provocación. Sólo afirmo la Verdad.
En la conjugación de Dios no existen pretéritos ni pluscuamperfectos,
ni futuros imperfectos o perfectos. Con Dios no hay porvenir ni tampoco
pasado. Todo es presente. Un continuo y rico presente.
Lo que llamamos curación no tiene
que esperar a un mañana. Todo lo real, todo lo que es divino sucede
ahora.
El “tiempo de Dios” se llama HOY.
Nunca hemos perdido una oportunidad.
No quedó enterrada en el ayer. El regalo de Dios siempre está disponible
HOY.
Nunca habrá solución para esto o
aquello en el futuro, porque todo ESTÁ resuelto ahora.
El “Todos serán enseñados”
inspirador de tanta esperanza, encierra, a mi parecer, un error de
traducción. Corregido debe decir: “Todos somos enseñados”.
Estamos siendo instruidos en este preciso momento que yo escribo y
cuando tú lees. La dos acciones pueden parecer distantes en horas,
días o incluso años, y sin embargo, ante la Mente, están ocurriendo a la vez.
Es falso que seamos imperfectos en
el HOY, y sólo después de un proceso –breve o largo-, se llegará a la
perfección. La Verdad es que ya somos perfectos. Ni en un segundo
podemos retrasar el disfrute de esa realidad. El gozo es ya. Sólo el
sueño nos recluye en la ignorancia de tanta felicidad. HOY te
puedes despertar. Ahora podemos gozar con que nuestra Mente siempre es
consciente.
Nada tenemos que construir. El
resultado siempre sería un Babel inacabado.
Pero el Padre ya lo hace todo. “Si
Dios no construye la Casa, en vano se afanan los albañiles”.
Con Dios no hay futuro. Porque
todo es Presente. Es el
Todo. Nada hay que esperar HOY. El pasado se disolvió. Y no se necesita un porvenir
porque Dios es nuestro Presente.
jueves, 22 de junio de 2017
EL MAYOR ENEMIGO
En la realidad no hay enemigos.
Sólo son personajes del sueño.
Pero es útil identificar al más encarnizado contrincante, ya que muchos creemos pasar largas temporadas en el país de Hipnos.
El mayor enemigo es el "yo".
Sobre todo ese que creemos ser.
Es el más peligroso. El comienzo de todo caos.
Y por eso es bueno identificarlo.
¿Cómo?
El "yo" siempre siente la separación aunque sólo sea de un único ser.
No sentirse UNO universalmente es sentimiento egóico que descubre su ilusoria y destructiva presencia.
El "yo" construye muros.
El Ser en realidad desconoce límites y barreras.
Y así la manifestación del Uno es apertura que idea puentes.
Por eso, ser hombre o imagen de Dios, es hacer de "pontífice" de la Creación y sacerdote de la unidad.
Sólo son personajes del sueño.
Pero es útil identificar al más encarnizado contrincante, ya que muchos creemos pasar largas temporadas en el país de Hipnos.
El mayor enemigo es el "yo".
Sobre todo ese que creemos ser.
Es el más peligroso. El comienzo de todo caos.
Y por eso es bueno identificarlo.
¿Cómo?
El "yo" siempre siente la separación aunque sólo sea de un único ser.
No sentirse UNO universalmente es sentimiento egóico que descubre su ilusoria y destructiva presencia.
El "yo" construye muros.
El Ser en realidad desconoce límites y barreras.
Y así la manifestación del Uno es apertura que idea puentes.
Por eso, ser hombre o imagen de Dios, es hacer de "pontífice" de la Creación y sacerdote de la unidad.
EL REGALO QUE NOS ESPERA
Me
gustan los regalos.
Los que son gratuitos.
Porque algunos sólo son
compensaciones por lo que uno hizo. Son pagos, retribuciones. No regalos.
Los
auténticos nada tienen que ver con el mérito.
Descubro
hoy, que siempre, desde niño hasta este presente, amanezco con la
esperanza de una sorpresa agradable.
Por
eso me encanta la promesa que anuncia Pablo:
“Cosas
que ojo no vio, ni oído oyó… son las que Dios ha preparado para los que le aman”(1).
Pero
hay que precisar.
¿Quiénes
son los beneficiarios?
“…los
que le aman” es una pobre y equívoca
versión.
La
traducción correcta: “los conscientes de ser amados”.
Porque
“el darse cuenta” es la cualidad de los “despiertos”.
La
misma que los “durmientes” poseen inactiva, presa de sueños y pesadillas.
El
consciente es el único que ve. El inconsciente sólo puede soñar.
Entonces,
¿quiénes son los inmediatos destinatarios?
Sin
duda alguna: los que escuchan “Tú eres mi hijo muy amado” y se lo creen. (Como
le sucedió a Jesús).
Y ¿cuál
es el regalo dispuesto para los que se reconocen infinitamente queridos?
Lo
IMPOSIBLE de captar para los sentidos físicos: El Amor infinito como Todo.
Aceptar
que esa es la Verdad (“creer”) ilumina la oscuridad.
Aunque
las sombras sigan presentando sordos, leprosos, tullidos, violentos, corruptos,
arruinados… sólo se es consciente de la divina manifestación infinita.
Ese
es el Todo de la existencia, la Meta del Camino. El sentirse seguro, envuelto,
abrazado por el Omnipresente. Ser parte de la fiesta eterna. Nunca fuera
en una vacía e inexistente Nada.
Pero,
¡qué difícil sentirse amado! Me lo he dicho muchas veces.
Y es
que “aquí” experimentamos por los sentidos. Y ni el ojo ve… ni el oído oye… al
Amor.
Podríamos
decir con Pablo: “¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal?”(2).
¿Quién puede corregir a mis sentidos?
El
mismo apóstol nos indica la salida a este laberinto. “¡Gracias a Dios! La
respuesta es Cristo. Y así aunque con la carne sirvo al pecado, con la mente
sirvo a Dios.(3)
Con
la única mente es como me alineo con el Espíritu. Los pensamientos son los que
conforman el sentir. Por eso Pablo recomienda que sólo alberguemos imágenes de
lo bueno para experimentar el bien.
“La
respuesta es Cristo”.
Ceder
a la Palabra...
Aceptar
como lo único “real” el pensar de la Mente nos hará sentir “aquí”
el Amor, Dios.
Lo
que por sentencia divina, irremediablemente,
sentiremos cuando despertemos al único y eterno Día.
(1) 1 Corintios 2:9 (2) Romanos 7:24 (3)Romanos 7:25.
miércoles, 21 de junio de 2017
ORDENANDO PENSAMIENTOS
El joven compartía como enfrentarse al caudal de noticias con que nos desayunamos a diario.
"Me acerco a ellas después de ordenar mis pensamientos.
Es mi modo de orar.
Apoyarme en los pensamientos eternos de Dios.
Aquellos que nada los modifica.
Y así las noticias no me cambian.
Sino influyo en ellas al contemplar la inalterable realidad que esas horribles informaciones pretenden nublar y hasta ocultar."
Y yo añado algo más.
No sólo tientan los telediarios, las primeras páginas de la prensa o los titulares del Internet.
Durante el día la familia, los amigos, el entorno en general e incluso uno mismo pasamos revista a un ingente cúmulo de desarmonías.
Por eso conviene acometer la jornada después de una concienzuda revisión de nuestro pensar.
Y así "la nada de fuera" no condicionará nuestro "dentro".
Sino que éste iluminará lo que aparece como un tiempo amenazante.
"Me acerco a ellas después de ordenar mis pensamientos.
Es mi modo de orar.
Apoyarme en los pensamientos eternos de Dios.
Aquellos que nada los modifica.
Y así las noticias no me cambian.
Sino influyo en ellas al contemplar la inalterable realidad que esas horribles informaciones pretenden nublar y hasta ocultar."
Y yo añado algo más.
No sólo tientan los telediarios, las primeras páginas de la prensa o los titulares del Internet.
Durante el día la familia, los amigos, el entorno en general e incluso uno mismo pasamos revista a un ingente cúmulo de desarmonías.
Por eso conviene acometer la jornada después de una concienzuda revisión de nuestro pensar.
Y así "la nada de fuera" no condicionará nuestro "dentro".
Sino que éste iluminará lo que aparece como un tiempo amenazante.
QUÉ Y CÓMO ORAR
Con
hambre de la Verdad me han preguntado "qué es y cómo "orar.
Después
de redactar mi e-mail he pensado que la respuesta pudiera servir a
más de uno.
Por
eso me permito copiar algunos párrafos a continuación.
Orar
no es pedir, sino ponerse en sintonía con Dios. Recuerdo las viejas
radios de mi infancia y mi padre buscando la emisora con el dial en
un oleaje de interferencias y ruidos. Había que encontrar esa fina
línea libre de ruidos parasitarios donde poder escuchar los mensajes
de forma inteligible.
Orar
no es hablarle a Dios, informarle, sugerirle... sino escuchar su
palabra amorosa y hacedora de luz.
Orar
es como leer de nuevo la carta de amor que se recibió un día y que
al pasear los ojos por sus líneas, calienta el corazón una vez más,
y nos hace recobrar las fuerzas que parecían agotadas.
Orar
es, por tanto, no recibir nuevas revelaciones sino aceptar las que en
otra ocasión recibimos o se nos dejaron en los relatos bíblicos,
que como nos recuerda la página 497 de Ciencia y Salud son nuestra
guía suficiente para arribar a la vida de verdad, a la
auténtica.
Orar
es aceptar la totalidad del Bien y la inexistencia del mal (bajo
cualquier forma que se presente). Y aplicar esto de forma
práctica y constante en nuestra cotidianeidad.
Orar
es ocupar nuestra conciencia, verdadero timón de nuestro existir,
con los pensamientos de Dios y no con los que nos sugiere el mundo,
siempre aprisionados en imposibles.
En
la Ciencia Cristiana, nuestra oración tiene la posibilidad de ser
ayudada cada semana con las lecciones bíblicas que Mary B. Eddy
encargó confeccionar, bajo 26 tópicos, con textos de la Biblia y de
Ciencia y Salud que se repiten dos veces en el año.
Creo
que para empezar esta comunicación con Quien nos ama, esto puede ser
suficiente.
Y
algo muy importante:
martes, 20 de junio de 2017
LA VENTAJA DE LA BANDA ANCHA.
"Dios no me escucha"
La queja es frecuente.
Estéril y errónea.
Porque no se trata de hacernos oír, sino de escuchar nosotros.
Las peticiones de los yoes ensordecen para sentir el regalo de la guía correcta.
Hay que sintonizar con la Mente en emisión continua.
Pero hay que conectarse en la forma debida.
Y la oración necesita de banda ancha.
Es decir, considerar que formamos parte del UNO que incluye a Dios y a todos.
Hablar o escuchar en singular no funciona.
Por eso Jesús decía "Padre NUESTRO".
Usemos la frecuencia que incluya más y más el Todo.
Así se neutralizan las paralizantes interferencias del yo, y se permite el regalo de la mejor ymás clara percepción.
La queja es frecuente.
Estéril y errónea.
Porque no se trata de hacernos oír, sino de escuchar nosotros.
Las peticiones de los yoes ensordecen para sentir el regalo de la guía correcta.
Hay que sintonizar con la Mente en emisión continua.
Pero hay que conectarse en la forma debida.
Y la oración necesita de banda ancha.
Es decir, considerar que formamos parte del UNO que incluye a Dios y a todos.
Hablar o escuchar en singular no funciona.
Por eso Jesús decía "Padre NUESTRO".
Usemos la frecuencia que incluya más y más el Todo.
Así se neutralizan las paralizantes interferencias del yo, y se permite el regalo de la mejor ymás clara percepción.
¿VIVO EN LA TIERRA MEDIA?
“Papá”, oí a un pequeño a la salida del cine, “¿Dónde está la Tierra Media? ¿Aquí o en África?”
La respuesta fue contundente.
“Ni aquí ni en ningún sitio Todo lo que hemos visto es pura fantasía. La historia de “El Señor de los anillos” es una invención, nunca ha ocurrido”.
Después visité a unos amigos estudiantes de la Ciencia Cristiana. Cuando estaba para irme, ella me relató la última conversación con un compañero de trabajo, muy bueno y devoto. Este hombre le habla una y otra vez acerca de las pruebas a las que Dios le somete casi a diario.
“La finalidad del mal que Dios permite es para purificarnos”, suele afirmar con sufrida resignación.
En esa ocasión mi amiga se vio obligada a una amorosa corrección. “Fulano, estoy algo confusa. ¿Me quieres ayudar? ¿Recuerdas qué día de los siete del Génesis, Dios creó el mal?”
No me contó la respuesta de su interlocutor porque éste se quedó pensativo.
Pero para ella es tan rotunda como la del papá a la cuestión sobre la fantástica creación de J. R. Tolkien.
“Dios nunca creó el mal”.
Y habría que añadir: “Tampoco éste que te asusta. Porque también es una invención de la imaginación. Una ilusoria creación de la llamada mente mortal”.
Cada manifestación del mal en nuestro día a día se ha de etiquetar de “fantasía”. Como algo que no está “ni aquí ni en ningún sitio”. Que no forma parte de la divina y única creación.
Ya
sea una catástrofe multitudinaria, el diagnóstico de una
enfermedad, una condición dolorosa, el inquietante síntoma o una
situación económicamente ruinosa, una aislante soledad o aparente
carencia de afecto….
Nada
que lleve el adjetivo de “malo” tiene sustancia donde apoyarse o
calificar.Y
aunque se presente como un poder máximo, como lo inevitable y la
única y amenazante realidad.Porque gracias a nuestro Padre-Madre, está fuera de la Vida, de la Verdad y el Amor.Y si reside en alguna parte, será en otra especie de “Tierra Media”, pero nunca en Dios, donde siempre estamos, nos movemos y se encuentra nuestra auténtica identidad.
lunes, 19 de junio de 2017
SÓLO HAY UNA ÚNICA NOTICIA
El filtro sensacionalista de los medios, bombardea con informaciones negativas a cual más.
Y así somos tentados a diario y casi a cada hora.
Con actos terroristas, terremotos, incendios, epidemias, hambrunas, accidentados, ahogados en su huida de la represión política o de la miseria.
Es difícil ver a Dios en este escenario.
Como ahora con la avalancha de crónicas de desgracias.
Como ahora con la avalancha de crónicas de desgracias.
Pero ni debemos establecernos en este observatorio ni pretender ver con los sentidos limitados lo que es Armonía infinita, eterna e inmutable.
En un sueño no se apaga el incendio con inundaciones de agua.
Sino regresando del acoso de las malas noticias al refugio de la Buena Nueva.
Jesús la proclamó hace casi dos mil años.
La feliz realidad o Reino de los cielos está dentro y no fuera.
Acabemos con los estados hipnóticos. Atendamos el pensar de la Mente.con exclusividad radical
Aceptemos la única noticia que hay, la Buena Noticia.
Demos todo nuestro crédito a esa. Al Eu-angelion (evangelio) que proclama:
"Dios, el Bien, es todo".
"Dios, el Bien, es todo".
Y permanezcamos ahí hasta que los sentidos dejen de ver las negras proyecciones del miedo.
Pero eso no impide que mientras estemos despertándonos, amemos a todo de las formas más prácticas, intentando sin creer en el sueño que éste deje de ser pesadilla.
MI PIE NO VE, PERO CAMINA
Me llamaste angustiada.
“Ya no siento la alegría de antes. Es
como si las nubes hubieran eclipsado al sol. Sé me ha escapado el
sentimiento con que percibía la seguridad y que todo estaba bien. Ahora
ya no veo con claridad.
¿No sé que he hecho mal?”
Describiste una situación que me resulta familiar.
A veces todo es luminoso y al rato el gris se enseñorea del paisaje.
Yo te contesté -y la respuesta me ayudó a
comprender.
“La visión de la Mente no cambia. Siempre ve
todo perfecto, sin excepción”.
Y me replicaste casi como una protesta.
Pero es que yo necesito verlo y sentirlo.
Y entonces descubrí donde estaba el error.
“¿Acaso mi pie me reclama ver primero la
dirección que decidí tomar? ¡Nunca!
Y como no se siente separado acepta con normal
naturalidad lo que los ojos ven, aunque por sí mismo nada perciba.
Acepta la alegría del corazón y anda cumpliendo
con su función, sin más necesidades.”
La actitud equivocada que lleva a la depresión o al
desánimo es pretender ser una mente con actividad autónoma.
Los sentidos físicos no pueden ver a Dios ni al
hombre verdadero. Pero tenemos una Mente siempre alegre, en armoniosa e
inmutable paz que contiene toda la Verdad. Y si dejamos a Ella el
conocer, nos ocurrirá como el ciego que ha soltado en su Lazarillo la
responsabilidad de su movimiento. Siempre llega a su destino sin
tropiezo.
domingo, 18 de junio de 2017
LUGARES PARA EL ENCUENTRO
En mi adolescencia el lugar de citas para los domingos y festivos era "frente al Banco Zaragozano".
Y la hora un temprano atardecer.
Allí nos encontrábamos con mejor o menor puntualidad para disfrutar de amistosos o amorosos encuentros.
Hoy la entidad bancaria de referencia ni existe siquiera.
Aunque sí persiste la necesidad de encontrarnos con los otros y con uno mismo sobre todo.
Conforme parece que el sueño avanza por el nostálgico camino del tiempo se necesita que esas citas sean en un marco de mayor profundidad.
Por eso disfruto agradecido con la declaración de Mary Baker Eddy: “Donde Dios está nos podemos encontrar, y donde Dios está no nos podemos separar”. (La Primera Iglesia de Cristo, Científico, y Miscelánea, pág. 131).
Es hermoso saber que el encuentro "en Dios" imposibilita toda separación.
Y por eso ahí es donde esperaré a cada uno y a mí mismo.
Y la hora un temprano atardecer.
Allí nos encontrábamos con mejor o menor puntualidad para disfrutar de amistosos o amorosos encuentros.
Hoy la entidad bancaria de referencia ni existe siquiera.
Aunque sí persiste la necesidad de encontrarnos con los otros y con uno mismo sobre todo.
Conforme parece que el sueño avanza por el nostálgico camino del tiempo se necesita que esas citas sean en un marco de mayor profundidad.
Por eso disfruto agradecido con la declaración de Mary Baker Eddy: “Donde Dios está nos podemos encontrar, y donde Dios está no nos podemos separar”. (La Primera Iglesia de Cristo, Científico, y Miscelánea, pág. 131).
Es hermoso saber que el encuentro "en Dios" imposibilita toda separación.
Y por eso ahí es donde esperaré a cada uno y a mí mismo.
PAZ INALTERABLE ANTE LA CIZAÑA
La paz junto a la sosegada
alegría es el ámbito de la única Realidad.
Experimentar la inquietud, no
ya el miedo, es señal de haber salido de la Verdad y entrado en el
terreno de la ilusión.
La lectura de la parábola del
trigo y la cizaña ( Mateo 13:24-30) me ha dejado este poso de firme estabilidad.
Pero en el relato hay mucho
más. No tiene desperdicio.
La cizaña ocupa el escenario
aprovechando la inconsciencia del hombre. Hace su aparición durante el
sueño.
Mary Baker Eddy nos recordará:
“Científicos Cristianos, sed una ley para con vosotros
mismos que la malapráctica
mental no puede dañaros, ni dormidos ni despiertos”.
(Ciencia y Salud 442:33)
Con esta recomendación
concluye su capítulo sobre La Práctica, resaltando su importancia al
colocarlo como último consejo.
La confusión hace presa en los
trabajadores cuando descubren la cizaña.
La sorpresa se hace pregunta:
“Señor, ¿no
sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo, pues, tiene cizaña?”. La
pregunta de siempre: “¿Cuál es la causa del mal?” Cuestión absurda ya
que sólo tiene causa aquello que posee existencia.
Pero, ¿cuándo se percibe
la cizaña dentro del sueño?
“Cuando brotó la
hierba y dio fruto”.
Muchos se quejan que es
cuando se han vuelto a Dios, cuando comienzan a sobrevenirle problemas y
desafíos.
La respuesta a esa
decepción es bien simple. Cuando no se tenía en cuenta la Verdad, era
imposible discernir. Sólo cuando nos enmarcamos en blanco distinguimos
lo negro. Antes todo era oscuridad y ceguera para percibir.
Los “sonámbulos”
trabajadores (los que se mueven en el sueño), reaccionan equivocados.
No se trata de arrancar, luchar, fijarse o detenerse en la cizaña para
vencerla.
El Padre,
al que como hombre he de reflejar,
actúa diferente.
Centra el fenómeno. Lo
que está ocurriendo es producto del sueño.
No
se altera. No se inquieta. Prescinde de la cizaña. La sitúa en su
verdadera patria: la Nada.
En el transcurrir del
tiempo sólo hay que esperar la hora de la cosecha, seguros y sin mancharnos
con imágenes de malas hierbas.
El Padre ni duda. Sólo
tiene un pensamiento: lo plantado por Él -el único que puede sembrar y
siembra-, es semilla buena, de la mejor calidad.
Y cosecharemos
cuando despertemos.
Entonces algo maravilloso
sucederá al descubrir la impotencia de la cizaña, atada, y reducida a
cenizas.
Contemplaremos libres en
paz y con alegría,
lo único que tiene existencia, el buen trigo del Bien.
Mientras cohabitemos con el pensamiento
del mundo podemos ver cizaña por doquier. Pero no hay que alterarse. No
hay que doblar la rodilla para ver cuál es su clase o cuan profunda es
su raíz...
Sino volver a la Verdad y a su paz:Sólo es lo sembrado por el Padre, lo
bueno. Lo demás son nada, cenizas.
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