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domingo, 2 de abril de 2017

LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS


En el “mundo” crecen los conflictos.
De todo tipo.
Entre países, políticos, patronos y empleados, religiones, mayores y jóvenes, hermanos y familiares, e incluso en el seno de las iglesias y de la
pareja.
Todo conflicto atenta contra la percepción y disfrute de la felicidad.  Oscurece la realidad y obstaculiza la experiencia de Dios, el Uno y Todo.
Hay que solucionar los enfrentamientos si pretendemos conocer a Dios que es la esencia del vivir. (1)
Por eso, me inspira el relato de Génesis 26:17-30.
La gente de Isaac riñen una y otra vez con los pastores de Gerar. La paz parece imposible.
Hasta que el patriarca se aparta del lugar e invoca a Dios. Entonces todo cambia. La persecución y la violencia se acaban.
Incluso sus adversarios le buscan para sellar amistad y disolver el conflicto como inmediata consecuencia.
Isaac pregunta sorprendido que les ha hecho cesar en sus pendencias.
Y la respuesta es ésta:”Hemos visto que el Señor está contigo.” (2)
Pero siempre lo estuvo y lo estará. ¿Por qué ahora lo descubren Abimelec, Ahuzat y Ficol?
Por algo muy simple.
Porque Isaac ahora ha sido consciente de la presencia continua de Dios. (3)
Para eso hay que apartarse y volverse a Dios, buscarle. Y si hemos dado la espalda a todo lo que no es Él, siempre se le encuentra.
Y ser conscientes de su Presencia, junto a mí, activo, con todo su poder y amor, saca del terreno conflictivo. Porque en Él sólo hay bien y unidad.
Aquí está la clave que soluciona cualquier desarmonía. Es la palanca que levanta el obstáculo y nos franquea el gozo del cielo.
Pero, ¿cómo despertar a esa perpetua y divina compañía?  
Mary Baker Eddy explicitará lo que supone esa consciencia.
“Estar ‘presentes con el Señor’ es tener, no meramente fe o éxtasis emotivos, sino la efectiva demostración y comprensión de la Vida, tal como se revela en la Ciencia Cristiana. Estar "con el Señor" significa obedecer la ley de Dios, estar gobernados absolutamente por el Amor divino ---por el Espíritu, no por la materia. (4)
Y estar regidos por el Espíritu, es conocer todo como Él lo conoce. Es ver el universo, incluido uno mismo, siempre perfecto y en paz.
(1) Juan 17:3.  (2) Génesis 26:28.  (3) Génesis 26:24.  (4) Ciencia y Salud 14:6-11. 

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