Desde hace días un pasaje de Marcos me acompaña como
si fuera mi sombra. Se trata de Marcos 8:22-26 (1)
El ciego es llevado. Como si fuera un manto muy pesado sobre mis hombros,
esta frase me retira kilos de agobiante responsabilidad. "Seré
llevado". Todo está organizado para estar frente al Cristo. La Verdad es
nuestra máxima necesidad y por serlo, siempre se nos procurará desde lo alto.
El auxilio nos viene del Señor.
Para dejar de ser ciego hay un paso previo. Salir de
la aldea. Es decir, del tumulto, del ruido, del trasiego, del existir “para
afuera”. Es ser llevado de la soledad en medio de la multitud, al silencio
donde sentir la Presencia.
La escena que sigue puede escandalizar. Los ojos del
ciego son escupidos. Reciben el desprecio. Los profetas comunicaban sus
mensajes con la acción. Las palabras pueden ser equívocas, pero el gesto nunca
engaña. Aquí Jesús echa mano del lenguaje profético. Quiere que todos conozcan
el valor de la visión ciega del hombre mortal. Es basura inservible.
El Maestro aísla aun más los ojos sin luz del ciego al
poner sobre ellos sus manos.
¿Ve algo? Para todos, el ciego ha dejado de serlo, ya
que su conciencia ha sido invadida de imágenes en movimiento. Ahora es como uno
más de la aldea.
Pero, ¿qué ve? “Hombres como árboles que andan”. La
frase tiene un concreto y gran significado. Los árboles están constituidos por
la madera. Y de ahí viene la palabra con que se nombra lo opuesto al Espíritu,
a lo real. “Materia” es una deformación de “madera”. “Veo hombres como árboles
que andan” significa “TODO lo que alcanzo a distinguir es material, incluso los
hombres, las llamadas imágenes de Dios”.
Sólo cuando “viendo” así, se le impide la visión
material con las manos (el poder) del Cristo, podrá ver con claridad.
La Verdad sólo es visible a través de Ella misma. Sólo
se ve por medio del Cristo que ciega la materia e ilumina con la gloria de
Dios.
Pero hay más. Una última e importante doble
recomendación: No volver a la aldea ni conversar con sus habitantes.
Si queremos conservar la visión del Cristo hay que
dejar “el mundo” con sus leyes, poderes y creencias. No dialogar con el error
para no enredarnos con la tupida malla de sus argumentos y “verdades”.
El mensaje me ha llegado claro y práctico: Para ver,
siempre he de cegar los ojos físicos con el poder del Cristo y saber que los
hombres y la creación entera no son materia (madera) que se mueve, sino
manifestación del Espíritu de Vida. Y dejar la atmósfera mental de la aldea para
subir a lo alto donde encontraré el Todo.
(1) le trajeron un
ciego, y le rogaron que lo tocara. 23 Entonces, tomando la mano del ciego, lo
sacó fuera de la aldea; escupió en sus ojos, puso sus manos sobre él y le
preguntó si veía algo. 24 Él, mirando, dijo: --Veo los hombres como
árboles, pero los veo que andan. 25 Luego le puso otra vez las manos sobre los
ojos, y le hizo que mirara; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a
todos. 26 Jesús lo envió a su casa, diciendo: --No entres en la aldea, ni lo digas a
nadie en la aldea.
4 comentarios:
Bendiciones , busque la frase veo hombres como árboles que andan , pues desde un tiempo para acá se me repite y se me repite en la mente y o he escuchado ninguna predica y búsque para saber qué es se me quiere desir , gracias bendiciones
Me bendijo mucho su estudio. Gracias
Hoy día El SEÑOR ME LLEVA A LEER ESTE PASAJE .Y ENCONTRÉ ESTE MENSAJE ,Y ME REGOCIJÉ EN JESÚS.
Bendiciones gracias por el estudio fuese gran bendición
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