Se amontonan los pedidos
de ayuda.
Como si hubiera estallado una epidemia.
Diagnósticos terribles,
conflictos familiares, dolores agudos, carencias económicas, soledad,
adicciones destructivas… ¡mascotas perdidas!
Y sumándose a la lista, terrorismo, la opresión de dictadores, cambio climático, hambrunas, refugiados… Un caos.
Ante el cual, un falso sentido de
responsabilidad agigantado por la urgencia de los mensajes empapados de angustia, amenaza
con ahogarme.
Pero al volverme a Dios
en busca de guía descubro algo muy sencillo y profundamente liberador.
Con Quien estoy por
sintonizar, ¿no es el Todo? ¿Acaso puede haber alguien o algo más?
La breve reflexión al suscitar la única respuesta, "El Bien es Todo", agrupa y etiqueta el conjunto de S.O.S. como ilusiones. Como “mentiras”.
Y para reforzar mi
convicción, más que manosear esas sugestiones, me sumerjo sin límite de tiempo en
la Verdad que es el Amor que da la Vida en alegre armonía sin medida.
0 comentarios:
Publicar un comentario