El caminar espiritual no
lo hagamos difícil.
Porque nos cansaremos antes de avanzar un poquito.
No se trata de
pensar “mis propios” pensamientos.
Sino buscar los de Dios y descansar en
ellos.
Apoyar y sostenerme en ellos.
Avanzar sobre y por ellos.
Y eso desde el primer
rayo del amanecer.
Dios contempla todo
perfecto. “Todo está bien”.
Y esa visión, idea
perfecta, no la trastorna ninguna noticia mortal, miedo, sugestión de dolor,
carencia de lo bueno, autocondenación o juicio sobre otros.
Repasemos todo desde la
Mente.
Iluminemos los rincones oscuros con sus pensamientos hasta que alboree la Verdad armoniosa e inmutable.
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