Es muy bueno ser sanamente ambicioso.
Porque no importa el bien que el yo pueda obtener.
Cuando lo único real se me ha dado como absoluta gracia.
Por eso estoy comenzando a valorar la plenitud infinita que soy como reflejo invariable del Ser.
Más no se puede.
Y siendo Todo por imagen es absurdo ser tan poco en ilusión.
Y no olvidemos que "absurdo" viene de "ser sordo".
Es decir de no escuchar o atender los pensamientos que sin cesar llegan de Dios.
Sentir su pensar es experimentar nuestra autentica y gozosa identidad.
viernes, 18 de agosto de 2017
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