Preguntaste qué es la humildad genuina.
No es sentirse inferior a los demás.
Ni el último de la fila.
Ni carente de valor alguno.
Todo eso es imposible de existir en la Verdad.
La humildad auténtica es la cualidad del hombre real, la imagen divina, que nada añade ni quita a la transparencia del Uno.
Lo que permite sentir al Ser sin el impedimento de lo que no es.
Por eso, el yo nunca puede ser verdaderamente humilde, porque al suponer que hay otro escenario y otros protagonistas es un obstáculo para centrarse en el Bien infinito.
domingo, 6 de agosto de 2017
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