Subscribe:

martes, 22 de agosto de 2017

DIOS NO NECESITA PUBLICIDAD



 "Es probable que Dios no exista. Deja de preocuparte y disfruta de la vida".
Es el texto que anuncia el autobús de la imagen.
Primero en Londres.
También el slogan se paseó por Barcelona, y por Madrid, como publicidad rodante.
Y un segundo anuncio afirmando la existencia de Dios tomó las calles como respuesta de una comunidad evangélica.
Hasta aquí el hecho. Mi reacción ha sido no oponerme al primer anuncio.
Porque hay que evitar los enfrentamientos. Las cruzadas por muy evangélicas que parezcan son el fratricida argumento de la ausencia de Dios. La unidad es necesaria para que el mundo crea, nos recuerda la oración de Jesús en Juan 17:23.
Veo incluso, una intención positiva en la iniciativa del llamado "autobús ateo".
Expresa un buen deseo: que la gente viva sin preocupaciones y goce de la vida. Esto siempre es de alabar y apoyar.
El mismo Jesús pregonó "No os preocupéis..." (Lucas 12:22) Y toda su proclama fue una "buena noticia", una llamada a vivir en bendita felicidad.
Sólo hay que ahondar en lo publicitado y hacer una corrección radical. Yo sustituiría "Es probable que Dios no exista. Deja de preocuparte y disfruta de la vida" por "Alégrate. El Dios que te sume en la preocupación e impide el disfrute de la vida, ciertamente no existe".
Para ese Dios, yo soy aún más ateo. Por eso suprimo con rotundidad lo de "Es probable que no exista" por la siguiente afirmación que nace de mi convicción: "ciertamente no existe".
Ese Ser no puede ser.
 
También he leído como refutación al anuncio en cuestión que el 95% de la población mundial es creyente.
El dato me asombra. Y me pregunto, ¿cual es el mundo en que se vive esa fe? A la vista de las obras que ella produce, el autobús ateo" nos debería hacer pensar. Deberíamos reflexionar de acuerdo a lo dicho por Santiago:  “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras?” (Santiago 2.14)
Si una mayoritaria fe en la deidad no ha cambiado el mundo, ¿acaso no habría que cambiar de Dios?
Se impone revisar el mensaje del Cristo presentado por Jesús que habla de sanar a este mundo.  Aun más, escuchar al Consolador prometido por el mismo maestro de Nazaret: “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros”. (Juan 14:16-17.)
Un Consolador que “entiendo… es la Ciencia divina” (Ciencia y Salud 55:30), que sin pertenecer a nadie, es para todos y nos revela el actual, absoluto y armonioso gobierno de nuestro Padre-Madre.
En mi modesta opinión dejarnos conducir por Él es lo útil y provechoso. Porque en realidad el Dios verdadero no necesita de propaganda.

0 comentarios: