¿Me voy a creer el sueño? ¿Qué mi yo es o está enfermo? ¿Qué existe algo como la vejez, la muerte, el dolor, los enemigos, el odio, la envidia, el hambre, la escasez, el desamor, la soledad..?
¡Habría tanto que acometer!
"Pero aunque niego y niego, la experiencia del mal persiste. No se desvanece. Quizás sólo por un rato".
Expresiones como está oigo con frecuencia.
"Oré y aunque enfrenté el error, la situación se sigue prolongando".
Y entonces recuerdo la famosa cita de "Le Menteur" de Corneille:
"Los muertos que vos matáis gozan de muy buena salud".
Es decir, dudo que se haya aplicado el tratamiento adecuado.
Creemos haber trabajado.
Pero, seguimos pensando y temiendo siempre lo mismo.
¿Hubo plena y absoluta convicción?
¿Un convencimiento que lo cubriera todo?
¿Haber reconocido lo que sí es real, en perfecta exclusividad?
¿El Bien y nada más?
Porque eso debe ser lo único en nuestra conciencia.
Ahí es donde hay que estar.
Y así, todo lo que no es, pero parece fuertemente establecido en nuestro creer, será más fácil de desechar para siempre.
Eso es apuntillar o rematar realmente al error. Lo otro son chapuzas.
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1 comentarios:
Estas TU convencido de lo que estas haciendo o diciendo? Que importante es hacer una pausa y preguntarnos esto cada que enfrentamos cualquier tipo de situación aparente. Gracias Pepe por compartirnos esto tan cierto e importante de analizar.
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