Se dice que la oración metafísica se
compone de negación y afirmación. Y claro ejemplo de ello lo tenemos en la
llamada “declaración científica del ser” (Ciencia
y Salud 468:9-16).
Pero respecto a esto habría que
puntualizar que lo curativo no es el negar, sino el afirmar.
Para mí quedó claro con la siguiente analogía.
Imaginemos que al preguntar acerca de una
dirección, recibimos esta respuesta.
-Si sigue a la derecha durante cien
metros y luego dobla de nuevo a ese lado, por ahí no es. Y si camina recto unos
cincuenta metros y toma la travesía de la izquierda tampoco lo encontrará. Y si
sube al bus 42 y después se baja en la segunda parada, no dará con la dirección
solicitada.
Absurdo, ¿no?
Necesitábamos la información del lugar a
donde ir, y no repasar un listado de todos los caminos que no son correctos.
Pues bien, el encontrarnos en situación no
armoniosa indica siempre que “hemos perdido el norte” y necesitamos recuperar
la senda correcta.
De nada servirá detenernos a observar todo
lo que nunca nos conducirá a nuestra meta, para etiquetarlo con un NO.
Sólo y con exclusividad hemos de retener
la ruta que lleva al lugar deseado. En eso se deberá fijar la atención. Incluso
en sus más mínimos detalles. Nada más nos debe distraer.
Para llegar basta con tener presente sólo
el verdadero camino, y marchar por él.
Negar puede detener, pero sólo el Sí
construye.
Lo útil y definitivo no es doctorarnos en
el error, sino empaparnos de la Verdad.
Metaphysical prayer is said to be composed
of both denial and assertion. The “scientific statement of being “ (S&H 468: 8-15) is a clear instance of this fact.
But we must point out that the healing
element is not in the denial but in the assertion.
I saw this clearly with the following
analogy.
Let’s say that after asking for the way to
a desired place, we get the following answer:
“If you walk along, on the right, for about 100 metres and then turn right again, it is not there.” “If you go straight ahead for 50 meters and
take the turning on the left, you won’t find it.” “If you take bus 42 and get off at the
second bus stop, you will not reach the address you desire.”
Absurd, isn’t it?
We needed information about the way to get
somewhere not a list of the roads which do not lead there.
Well, if we find ourselves in a discordant
situation it always means we have “lost our bearings” and we need to return to
the right way.
Stopping to watch everything which will
never lead us to our destination in order to label it with a “NO” will be of no
avail.
We must only and exclusively stick to the
course which leads to the wanted place.
Our attention must be fixed there.
Even to its smallest details.
Nothing else must claim our attention.
Bearing in mind only the correct way and walking along it is enough to
get there.
Denial may stop short, but only
assertion builds up.
Immersion in Truth, not a diploma in
error, is the only useful and definite way.
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