Contra casi todo.
E incluso contra ese "don nadie" que llamamos "mi yo".
Y que se crece en el combate.
Pero vivir no es un esforzado competir.
Lo que se quiera o no, acaba anclando en la dualidad
Donde todo se puede convertir en un adversario.
El amor de ayer, con quien repartías caricias, quizás es hoy el enemigo del que te defiendes o atacas.
Hay que declarar solemnemente la Paz.
Partiendo de la Unidad que destierra divisiones y suma armonía.
Sólo el Ser y su manifestación infinita.
Vivir es descubrir que todo es un Uno-verso.
Y sentir que el yo de todos es el mismo.
El Yo soy, único vivificando y uniendo todo.
La plenitud de la Vida es saborear que Todo es Uno
Y porque no hay más es absurdo luchar contra un mal inexistente que sólo tenemos desenmascarar.
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