¿Sientes que no puedes amar a éste, a aquel... a ti mismo?
¿Te preocupas por eso?
¿Te arruga el corazón la culpabilidad?
No te debe extrañar que no puedas amar a alguien.
En realidad el yo no ama a nadie.
Porque eso de amar pertenece sólo al Amor.
Pero cuando se acepta la unión inseparable con el UNO que incluye a todos NOSOTROS...
¡Qué fiesta y qué disfrute!
¡Qué amorosa inundación!
Imposible de evitar.
Porque se trata de la fluida, sanadora y real consecuencia.
jueves, 18 de mayo de 2017
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