Hay que salirse
del sueño y entrar en el Amor.
Pero no dejar el estado de ensoñación sólo por un ratito.
Y porque sonó una urgencia.
Y todo para después volver al mismo ilusorio lugar.
Y porque sonó una urgencia.
Y todo para después volver al mismo ilusorio lugar.
Eso solo sería
creer que hemos dejado el sueño.
Cuando en realidad permanecemos en su rincón.
Pensando nada más la letra de la Verdad, pero sin experimentar la vivificante melodía.
Cuando en realidad permanecemos en su rincón.
Pensando nada más la letra de la Verdad, pero sin experimentar la vivificante melodía.
Reconozcamos
todo lo no armonioso como mentira a la que no hay que prestar atención.
Ni reaccionar, rumiar o sumirnos en especulaciones estériles.
Y aunque parezca entonces, que así no tendremos de que hablar, quejarnos o preocuparnos.
Como echar de menos la presencia del carcelero a causa de un loco síndrome de Estocolmo.Ni reaccionar, rumiar o sumirnos en especulaciones estériles.
Y aunque parezca entonces, que así no tendremos de que hablar, quejarnos o preocuparnos.
Pero si persistimos en aceptar sólo lo que sucede en la auténtica realidad llegará pronto la hora en que le tomemos el gusto a vivir exclusivamente en la Verdad.
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