Subscribe:

martes, 2 de mayo de 2017

SOY LO QUE LA MENTE DIVINA CONOCE DE MÍ

Perfecto, pleno de infinita sustancia, energía y vida, completo, sin carencia alguna de Bien, sabio, inocente, espiritual, inmortal, real, eterno y consciente de la Verdad. 
Y por eso, alegre, satisfecho, armonioso, en inmensa y perdurable paz. Guiado siempre por el Principio Divino y gozando de una única Mente, conocedor siempre y exclusivamente del Bien. Siendo Amor y amado sin fin y universalmente. Imagen y manifestación de Dios.
Por eso, aunque persista el testimonio del error (el que parece y pretende ser en cada caso o circunstancia) no he de considerarlo ni como mío, perteneciente a mi verdadera identidad, ni como verdadero.
El dolor, el miedo, la preocupación, la incapacidad, la deshonestidad, la limitación o carencia... no son propias de mi ser, y por tanto no las puedo sufrir o tener.
Por lo que no tengo que preocuparme de todas las mentiras inexistentes en la Realidad que intentan confundirme y ser unas conmigo: dolores, enfermedad de cualquier tipo, falta de provisión, empleo, afecto, valoración, impurezas, adicciones, fracasos en la práctica sanadora, cansancio, pereza, dificultad para aprender...
(Y tras esos puntos suspensivos añadir todo lo que me preocupa, atormenta, me hace temer o deprime mi autoestima humana y espiritual).
Y cuando me sienta confundido, culpable, enfermo, impotente, incapaz, fatigado... o advierta eso en los otros... 
... Sólo es preciso que pregunte a la Mente divina (mi verdadera conciencia) cómo me ve, y aceptar agradecido y alegre su visión siempre limpia, real y perfecta.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Don Pepe, no sabe cómo ayudan estas palabras Gracias infinitas!

Unknown dijo...

Que bien bien hacen sus pensamientos!!gracias!!