Estoy/estamos en
lo perfecto, en el Reino de Dios, por encima de las apariencias.
Donde sólo es
y se cumple una ley: la voluntad amorosa y armoniosa de Dios.
Ni dolor, ni
odio, ni carencia de bien, ni ignorancia.
Todo es el
Padre-Madre siempre infinitamente armonioso y fuera del paréntesis del tiempo.
Confiados y en
paz porque nadie puede venir a mí/nosotros con imperfecciones, feas intenciones…
penas y conflictos imposibles.
Esos cuadros
sólo tienen fuerza para la conciencia mortal.
Pero “nosotros”
sólo aceptamos tener y ser guiados por la conciencia que movió a Cristo Jesús.
Toda
imperfección que descubramos o me/nos amenace o parezca que causa dolor, sólo es
una ilusión, imposible de existir en la Verdad a la que nos abrazamos y somos amorosamente estrechados.
Hagamos una
lista de ilusiones “propias” o ajenas para ir explotándolas como quien pincha
pompas de jabón.Y así dejar transparente nuestro íntimo horizonte.
1 comentarios:
Ciertamente en el Reino De Dios no hay carencias estamos perfectos y completos , porque sino uno en el Amor!!!
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